[Podcast] Intervenciones de Inglaterra y Estados Unidos
- 17/08/2025 00:00
El gran poeta nicaragüense Rubén Darío esbozo un bello y extraordinario poema al Presidente de los Estados Unidos Roosevelt que hace vibrar y revienta las venas de la sangre latina. Así, escribió: “esa América que tiembla de huracanes y que vive de amor, hombres de ojos sajones y alma bárbara, vive, Y sueña. Y ama, vibra; y es la hija del sol. Tened cuidado. ¡Vive la América....”!
La supuesta acción civilizadora de los Estados Unidos irrumpió con las premisas de la Doctrina y el Destino Manifiesto. Escrita con el ánimo de impedir la intervención de Europa en Latinoamérica. Pero hicieron una excepción escondieron presurosos los Estados Unidos su dos panfletos cuando los ingleses se tomaron las islas Malvinas en Argentina el 3 de enero de 1833.
Desde principios del siglo XIX, los Estados Unidos e Inglaterra intentaron dominar la región de los países latinoamericanos. Era la lucha de dos potencias para apoderarse de esas regiones desde México hasta la pampa Argentina cuyo fin era dominar y repartirse los recursos naturales.
Desde temprano siglo XIX, los Estados Unidos empezaron a comprar y robar territorios en Latinoamérica. En ese presente guiado por el concepto raza superior y poder militar de intervención como diría Justo Arosemena: “Hace más de veinte años el águila del norte dirige su vuelo hacia las regiones ecuatoriales. No contenta ya con haber pasado sobre gran parte del territorio mexicano, lanza su atrevida mirada mucho más acá. Cuba y Nicaragua son, al parecer, sus presas para facilitar la usurpación de las comarcas intermedias y consumar sus bastos planes de conquista un día no muy lejano.” (Nils. Justo Arosemena. Patria y Federación p. 229)
La disputa que entablo en 1831 los Estados Unidos debido a la toma de tres barcos norteamericanos en los mares de jurisdicción de Argentina, que fueron encontrados por las autoridades pescando en sus aguas en comercio de focas. Hecho que era una violación explicita a las leyes, los Estados Unidos para oponerse a la decisión de Argentina enviaron refuerzos y se tomaron las islas Soledad el 31 de diciembre de 1831. El Presidente Jackson de Estados Unidos se dirigió al Congreso donde trató a las autoridades argentinas de forma despectiva y ordenó que un buque armado partiera con el fin de unirse a la escuadra cerca de las islas para defender el comercio de Estados Unidos. Hizo las diligencias para que un Ministro se trasladaba al área de conflicto, mandaron al Capitán Silas Duncan del US Lexingtong y en su operativo atacó ferozmente la población y la declaro libre.
En parte calmado este incidente Inglaterra se apoderó de las islas llamadas luego las Malvinas el 3 de enero de 1833 la ocupación fue ilegal violando todos los derechos de Argentina. La población civil y las autoridades fueron sacadas a la fuerza de las islas Malvinas y en su defecto nombraron autoridades inglesas.
Inglaterra actuó por la fuerza violando las reglas del Derecho Internacional sin preocuparse por la protesta de las autoridades de Argentina. Los derechos argentinos fueron violados por las fuerzas navales inglesas. Con la bandera del imperialismo inglés negando toda relación de diálogo. Estas islas habían estado bajo la jurisdicción de España, Argentina tomo posesión de ellas, el 6 de noviembre de 1820, por el Coronel de la Marina Argentina David Jewett el 10 de junio de 1829, en legítimo derecho se estableció la Comandancia Política de las Malvinas y nombraron al Gobernador Louis Vernet.
Lo curioso es que los Estados Unidos en su plan del Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe se convertían en defensores de la estabilidad de la región, y se oponían a la penetración de gobiernos europeos en Latinoamérica. ¿Cómo permitieron la invasión de Inglaterra? Por conveniencia aunque su decisión violara sus principios doctrinales, a pesar de ser un acto hostil necesitaban el dominio sobre esa región aunque ellos estuvieran ausentes.
La Doctrina Monroe estaba en oposición a la acción de los ingleses, lo que significaba en el fondo que en las guerras de poder y dominio todo se vale siempre que sirva a los intereses de los imperios. Dejando la palabra soberanía al capricho e interés de los poderes imperiales.