Ni diálogo ni paz: Mulino y sindicatos no ceden

Desde la retención de una ciudadana estadounidense en Alto del Guabo, Bocas del Toro, hasta una multitudinaria marcha en la capital, así transcurrió la jornada de protestas de ayer lideradas por gremios sindicales que exigen la derogación de la Ley 456, que reforma la Caja de Seguro Social (CSS).

La confrontación se intensifica. Ni el presidente José Raúl Mulino ni los gremios sindicales muestran señales de ceder. Durante la movilización en la ciudad de Panamá, docentes, obreros y otros sectores reafirmaron su compromiso con la lucha, pese a la advertencia del mandatario: “Sobre la Ley 462, que reforma la CSS, no hay diálogo nacional, provincial ni de ningún tipo.”

Las tensiones han escalado peligrosamente. Ayer, una turista estadounidense vivió momentos de pánico al ser retenida por manifestantes en Bocas del Toro. Una situación similar ocurrió el pasado 20 de mayo, cuando una agente del Senafront fue retenida en Darién. Por este último hecho, hay tres personas detenidas y dos más bajo arresto domiciliario.

La retención de la turista, quien fue rescatada por la Policía Nacional, se dio a pesar de que Mulino pidió a los manifestantes de Bocas del Toro que recapaciten, advirtiendo que “se avecinan días muy difíciles” si la situación no cambia.

A la crisis social se suma el impacto económico. Mulino informó que una constructora ha anunciado el cese de operaciones en la provincia, lo que dejará sin empleo a más de 150 trabajadores. Estos despidos se suman a los 4,800 que ya se registraron por el cierre de operaciones de Chiquita Panamá en la zona.

Mulino reiteró que su gobierno busca la paz social, pero dejó claro que no puede “descuidar integralmente a la provincia, ni permitir que un grupo mantenga posturas que impidan resolver problemas que, de hecho, pueden solucionarse a través de la Asamblea Nacional”. Sin embargo, las protestas continúan.

Como parte de un esfuerzo para desescalar el conflicto, Mulino indicó que pidió a monseñor José Domingo Ulloa viajar a Bocas, donde hay estado de emergencia desde el 27 de mayo, para llevar un mensaje de paz y negociación a los líderes locales con el objetivo de restablecer la normalidad.

Ayer, el dirigente bananero y secretario general de Sitraibana, Francisco Smith, anunció que permitirán algunas aperturas parciales, aunque los cierres continuarán. Además, informó que se reunirá con monseñor el martes.