Gusano barrenador, el otro dilema de los ganaderos

El sector ganadero en Panamá no levanta cabeza. Además de enfrentar el aumento de las importaciones y de los productos lácteos de imitación, sigue lidiando con el gusano barrenador (GBG).

Una de las preocupaciones de los ganaderos es que en Panamá no se han liberado moscas estériles para controlar la plaga desde el año pasado.

José de Anagan, miembro de la Asociación de Ganaderos (Anagan), advirtió que erradicar el gusano barrenador, como se logró hace 20 años, tomará varios años, y que pasarán al menos cinco años antes de que se retome la liberación de moscas en el país. Además, aseguró que muchos casos no se reportan, ya que las medidas actuales solo contemplan la prevención y el cuidado del ganado.

Samuel Vernaza, presidente de Anagan y comisionado de la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG), coincide y añade que los casos podrían aumentar. Explicó que las moscas están siendo liberadas en México como parte de una estrategia regional y que eventualmente regresarán a Panamá, aunque este proceso tardará.

Por eso, se considera necesaria la instalación de plantas productoras de moscas estériles en México y Texas. De concretarse, la planta panameña podría destinar su producción al uso local y a países vecinos como Costa Rica, Colombia y Nicaragua, aunque esta iniciativa también requerirá tiempo.

Ante la gravedad del problema, Vernaza ha solicitado una reunión en septiembre para ajustar las estrategias de combate contra la enfermedad, que ya se ha convertido en un mal endémico en la región. Es urgente adaptar y fortalecer las acciones para enfrentar esta amenaza.

“Vivimos rodeados de turbulencia”, enfatizó Vernaza, señalando que las pérdidas económicas estimadas por este problema superan los $20 millones. Además, se debe enfrentar el aumento en los precios de los productos para tratar las gusaneras.

En lo que va del año, se han reportado 17,000 casos de gusano barrenador, según Carlos Moreno, director de la COPEG por Panamá, quien indicó que se registran entre 400 y 500 casos mensuales en todo el país, una cifra que ha descendido en comparación con el año pasado.

“Se ha alcanzado un nivel de estabilidad en los casos”, señaló.

Según el director, no hay una fecha exacta para erradicar la enfermedad, ya que esto depende de múltiples factores. Sin embargo, explicó que la prevención y la cooperación son claves para avanzar en ese objetivo, aunque confesó que el proceso tomará años.

Detalló que la Planta Productora de Moscas Estériles del Gusano Barrenador, inaugurada en 2006 en Pacora, está diseñada para producir hasta 100 millones de insectos estériles por semana. Es la única planta de este tipo en el mundo, y actualmente las moscas estériles están siendo enviadas a México para establecer barreras sanitarias.

“Esta estrategia se enfoca en contener el avance de la enfermedad y evitar poner en riesgo la ganadería del resto del continente, al tiempo que permite la construcción de otras plantas similares en la región”, enfatizó.

El Ministerio de Desarrollo Agropecuario continúa combatiendo la plaga, reforzando la vigilancia, ofreciendo capacitaciones y entregando insumos médicos y pruebas rápidas a los ganaderos, como las distribuidas ayer en Darién, una de las provincias más afectadas, seguida por Veraguas y Chiriquí.

El acumulado de casos en Panamá entre 2023 y 2024 asciende a 31,272.

El sector ganadero en Panamá no levanta cabeza. Además de enfrentar el aumento de las importaciones y de los productos lácteos de imitación, sigue lidiando con el gusano barrenador (GBG).

Una de las preocupaciones de los ganaderos es que en Panamá no se han liberado moscas estériles para controlar la plaga desde el año pasado.

José de Anagan, miembro de la Asociación de Ganaderos (Anagan), advirtió que erradicar el gusano barrenador, como se logró hace 20 años, tomará varios años, y que pasarán al menos cinco años antes de que se retome la liberación de moscas en el país. Además, aseguró que muchos casos no se reportan, ya que las medidas actuales solo contemplan la prevención y el cuidado del ganado.

Samuel Vernaza, presidente de Anagan y comisionado de la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG), coincide y añade que los casos podrían aumentar. Explicó que las moscas están siendo liberadas en México como parte de una estrategia regional y que eventualmente regresarán a Panamá, aunque este proceso tardará.

Por eso, se considera necesaria la instalación de plantas productoras de moscas estériles en México y Texas. De concretarse, la planta panameña podría destinar su producción al uso local y a países vecinos como Costa Rica, Colombia y Nicaragua, aunque esta iniciativa también requerirá tiempo.

Ante la gravedad del problema, Vernaza ha solicitado una reunión en septiembre para ajustar las estrategias de combate contra la enfermedad, que ya se ha convertido en un mal endémico en la región. Es urgente adaptar y fortalecer las acciones para enfrentar esta amenaza.

“Vivimos rodeados de turbulencia”, enfatizó Vernaza, señalando que las pérdidas económicas estimadas por este problema superan los $20 millones. Además, se debe enfrentar el aumento en los precios de los productos para tratar las gusaneras.

En lo que va del año, se han reportado 17,000 casos de gusano barrenador, según Carlos Moreno, director de la COPEG por Panamá, quien indicó que se registran entre 400 y 500 casos mensuales en todo el país, una cifra que ha descendido en comparación con el año pasado.

“Se ha alcanzado un nivel de estabilidad en los casos”, señaló.

Según el director, no hay una fecha exacta para erradicar la enfermedad, ya que esto depende de múltiples factores. Sin embargo, explicó que la prevención y la cooperación son claves para avanzar en ese objetivo, aunque confesó que el proceso tomará años.

Detalló que la Planta Productora de Moscas Estériles del Gusano Barrenador, inaugurada en 2006 en Pacora, está diseñada para producir hasta 100 millones de insectos estériles por semana. Es la única planta de este tipo en el mundo, y actualmente las moscas estériles están siendo enviadas a México para establecer barreras sanitarias.

“Esta estrategia se enfoca en contener el avance de la enfermedad y evitar poner en riesgo la ganadería del resto del continente, al tiempo que permite la construcción de otras plantas similares en la región”, enfatizó.

El Ministerio de Desarrollo Agropecuario continúa combatiendo la plaga, reforzando la vigilancia, ofreciendo capacitaciones y entregando insumos médicos y pruebas rápidas a los ganaderos, como las distribuidas ayer en Darién, una de las provincias más afectadas, seguida por Veraguas y Chiriquí.

El acumulado de casos en Panamá entre 2023 y 2024 asciende a 31,272.