Entre la huelga y el temor: la realidad de los docentes

Algunos docentes están “en tres y dos”. No saben si atender el llamado de la ministra de Educación, Lucy Molinar, para regresar a las aulas, o mantenerse en pie de lucha, como lo han reiterado los gremios magisteriales en rechazo a la Ley 462, que reforma la Caja de Seguro Social (CSS).

El miedo a las represalias es real. “Quiero volver, pero no me atrevo”, confesó una maestra de primaria bajo condición de anonimato. Según explicó, cuatro de sus compañeras que regresaron a clases fueron obligadas a firmar una nota membretada reconociendo su participación en la huelga y comprometiéndose a justificar los días de ausencia.

“Si ya saben que estábamos en huelga, ¿para qué esa nota? Vendrán los descuentos, o algo peor. Y si regreso y me presentan eso, los gremios no me respaldarán; es un gran dilema que no solo enfrento yo, sino muchos que deseamos volver a dar clases”, lamentó.

Advirtió que la situación no es como la ha pintado la ministra, de “volver y ya”.

En redes sociales, educadores también han denunciado que se les exige justificar los días de ausencia y piden que cesen las mentiras sobre la inexistencia de represalias.

La ministra Molinar, desde el Ministerio de Educación, ha reiterado el llamado a los docentes a retomar sus funciones en los centros educativos. “Muchos maestros y profesores ya han regresado a sus labores con normalidad, sin que se les haya iniciado ningún proceso administrativo”, ha indicado.

Los docentes están en paro de labores desde el 23 de abril, y fue hasta el pasado martes que mantuvieron la primera reunión con representantes del Ejecutivo, quienes escucharon y tomaron nota de las inquietudes presentadas por los educadores.

Ayer, según el dirigente magisterial Diógenes Sánchez, se reunieron con los diputados de la bancada de Vamos y expresaron los motivos del rechazo a la ley 462, aprobada el 18 de marzo.

Y la lucha sigue. Hoy, desde las 10:00 a.m., los docentes volverán a marchar. Saldrán del Parque Urracá rumbo a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde realizarán una vigilia para exigir que el máximo tribunal se pronuncie sobre los cinco amparos de garantías presentados contra la polémica ley.

El presidente José Raúl Mulino ha indicado que no tiene intención de dialogar ni de derogar la norma, y en su última conferencia semanal fue tajante al manifestar “el que quiere huelga, que la pague de su bolsillo. Ya se cansarán de tomar agua y sol en las calles”.