Embarazos de adolescentes le cuestan a Panamá $1,500 millones al año

Una sección del análisis también exploró las trayectorias sexuales y reproductivas. Shutterstock
  • 28/05/2025 12:57

Las consecuencias del embarazo y la maternidad precoz en adolescentes de entre 15 y 19 años

Las implicaciones del embarazo adolescente en Panamá son más significativas de lo que muchos piensan. Un estudio emitido por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) revela que el estado deja de recibir 1,500 millones de balboas cada año —lo cual representa el 2% del PIB— debido a las consecuencias del embarazo y la maternidad precoz en adolescentes de entre 15 y 19 años.

El documento, titulado Impacto Socio-Económico del Embarazo en la Adolescencia en Panamá, fue creado utilizando la metodología MILENA, formulada por UNFPA para calcular los costos sociales y económicos vinculados a este fenómeno. Este análisis incluye elementos como la interrupción de la educación de las madres jóvenes, sus ingresos reducidos a lo largo de su vida, costos en salud, mortalidad materna y la pérdida de ingresos fiscales que deja de percibir el gobierno.

Las estadísticas son elocuentes: las madres adolescentes tienen ingresos promedio un 57% inferiores a aquellos de mujeres que dan a luz en edad adulta, y solo el 14% logra alcanzar estudios universitarios, en comparación con el 43% de aquellas que se convierten en madres después de los 20 años. Esto restringe su desarrollo personal y su contribución a la economía del país.

“El embarazo en la adolescencia representa un obstáculo silencioso para el desarrollo”, afirmó Edith Castillo Núñez, representante de UNFPA Panamá, durante la presentación del informe. “Cada adolescente que se ve obligada a abandonar su educación debido a un embarazo no planeado es una futura líder empresarial, ingeniera o innovadora que no logra alcanzar su potencial”.

UNFPA prevé que, con la disminución de la tasa de embarazo adolescente, que en 2022 fue de 68. 5 por cada mil nacimientos, Panamá podría liberar recursos equivalentes a los ingresos anuales que genera el Canal por buques Neopanamax, adquirir 50 trenes adicionales para el Metro o construir 500 kilómetros de carreteras.

Sin embargo, más allá de la pérdida económica, el estudio pone en evidencia desiguales condiciones sociales. El fenómeno del embarazo adolescente afecta de manera desproporcionada a las jóvenes de Bocas del Toro, Darién y las comarcas Ngäbe Buglé, Emberá Wounaan y Guna Yala, donde las opciones educativas y de empleo son escasas.

Una sección del análisis también exploró las trayectorias sexuales y reproductivas de las panameñas, descubriendo que 9 de cada 10 madres adolescentes tuvieron hijos con parejas significativamente mayores, y en el 73% de los casos, los hombres eran cinco años o más mayores. Además, 7 de cada 10 mencionaron vivir en uniones consensuales antes de llegar a los 20 años.

La presentación del informe incluyó un panel titulado Capital Humano y economía: El desafío del embarazo adolescente y su impacto en la productividad y el desarrollo, en el que participaron representantes del sector público y privado. Entre los asistentes se encontraban Kristelle Getzler, Secretaria de Asuntos Económicos de la Presidencia; el empresario Felipe Rodríguez; la gestora social Raquel Robleda; y la presidenta de la Cámara Panameña del Libro, Orit Btesh.

El secretario de estado de Salud, Manuel Zambrano Chang, concluyó la reunión instando a la acción: “La prevención del embarazo en adolescentes no es únicamente una función del sistema sanitario. Es una obligación conjunta que debe abarcar la educación, el sector privado y las comunidades”.