Elecciones en el Panameñismo: Jorge Herrera promete unidad y Carlos Raúl Piad exige cambio
- 23/11/2025 11:30
Los resultados preliminares se darán a conocer a la 1:00 p.m., tras la votación de los 1,374 convencionales habilitados para decidir el rumbo del partido
Hoy el partido Panameñista vive una jornada clave al renovar sus bases y reordenar su estructura interna. En una convención cargada de expectativa, tensiones y discursos cruzados, los convencionales definirán qué liderazgo marcará la nueva etapa del colectivo que preside actualmente José Isabel Blandón.
En plena jornada, Jorge Herrera, presidente de la Asamblea Nacional y aspirante a dirigir el partido, llegó con un mensaje directo y cargado de intención: “Esta fuerza democrática que vivimos hoy era necesaria. Aquí están los pilares de la institucionalidad del partido”.
Herrera aseguró que el panameñismo entra en una etapa decisiva y que el ejercicio electoral interno, pese a ser intenso, ha demostrado madurez política.
Según declaró, su objetivo al frente del colectivo es reactivar al partido, reconectar con las bases y preparar desde ya una oferta presidencial para 2029.
“Lo importante es escuchar a la gente. Las bases llevan meses pidiendo contacto, apoyo y presencia. Eso será nuestra prioridad”, insistió.
Mientras Herrera apela a la institucionalidad y al músculo histórico del partido, su rival, Carlos Raúl Piad, llega respaldado por dirigentes territoriales que claman por una renovación profunda.
Hoy, 1,374 convencionales tienen en sus manos el rumbo del panameñismo en una Convención Nacional Extraordinaria que promete ser una de las más tensas de la última década.
La acreditación se realizó de 8:00 a 11:00 a.m. y, si todo marcha sin tropiezos, los primeros resultados preliminares se conocerán alrededor de la 1:00 p.m.
Lo que está en juego no es menor: una directiva transitoria que completará el periodo vigente hasta 2027 y que definirá la ruta hacia las elecciones de 2026.
Denuncian injerencia de Blandón
Ayer sábado 22 de noviembre, la nómina de Piad encendió las alarmas denunciando una presunta injerencia del presidente saliente del partido, José Isabel Blandón, en la organización de la convención.
El señalamiento desató nuevas fricciones internas y elevó el nivel de vigilancia sobre el proceso. Aunque Blandón no respondió directamente, el ruido alrededor de su nombre marcó el ambiente en las horas previas.