Infidencias y confidencias del 3 de noviembre de 2025

Apretando. Por la plaza de la democracia están rodando cabezas y le respiran en la nuca a la gente, a unos funcionarios que fueron a una distribuidora fueron sorprendidos por un mosquetero y cuando llegaron ya les tenían las cartas de despido

Otro cuartel. Por la Cueva que hay mucha gente pendiente del nombramiento del defensor del pueblo, y que uno que anda tras ese hueso es el ex diputado Lucho Barría, el mismo ñame atrincherado en un patronato en Panamá Norte.

Otro cuartel 2. Y hablando del ex diputado ñame dicen que tiene a la esposa bien instalada y bien protegida en el Tribunal Electoral, el cuartel de invierno de varias toldas políticas. Udelas es un detalle dicen los propios ñames.

Viva Panamá. Hoy, que celebramos un año más de nuestra gesta separatista de 1903, los pelaos nos llenan de orgullo con sus desfiles y tonadas que han ensayando durante meses. Así se hace patria muchachos.

Turismo interno. Hasta ayer unos 76 mil carros habían cruzado el puente. La gente de la ciudad aprovechando el fin de semana largo patriótico para visitar a los suyos allá onde uno y hacer algo de turismo en los pueblos.

Bárbaros. Anda sonando con fuerza que unos diputados que están por la muralla asiática no se habían sentado bien en sus asientos cuando les llegó su carta indicando que ya no podrán ingresar a la tierra de Mickey Mouse. ¿Será?

Intoxicadas. En las Juntas de Conciliación laboral pintaron las paredes de unas oficinas y las secretarías quedaron intoxicadas y ahora la hija del plomero quiere descontarle de la quincena la incapacidad de la presentación por las intoxicadas.

Lo callaron. Al parecer al hombre de las uñas largas y collares que le daba plomo por videos a los Canatrosos todos los días, ya no lo hace ni se le ve. Hubo razones de peso que obligaron a este gladiador a guindar los guantes. Pendejo no es.

Tirando números. Grupos de jubilados están subiendo y bajando santos para que les firmen la ley 727 que les garantiza los intereses de los décimos viejos. Y dicen que ya eso lo fallaron los cortesanos, por si hay dudas.

Festinado. Mientras los elevadores del hospital del Cajetón de la Berraquera están vueltos leña, el administrador y el supra regional se pasan peleando oficinas y gastando en ocho refrigeradoras nuevas para los coordinadores que se la pasan haciendo sopa de letras en horas laborales.

Poco importa. Hace más de un año, la constructora entregó el Colegio de Altos de San Francisco en la tierra del chicheme y no pasaron ni dos meses cuando ya se habían desprendido estás letras de la entrada que identifican el nombre de ese centro escolar. Ojo Meduca.