Valores de las familias eclécticas

La familia como célula básica de la sociedad no se encuentra en un solo modelo. Esta verdad la vi más allá de los libros, al estudiar ciencias de la familia.

Ella es el principal agente de socialización en el desarrollo individual. En su seno se imparten las principales lecciones de desarrollo personal.

El modelo tradicional de familia nuclear contenido en nuestro Código Civil y adoptado por nuestro Código de la Familia concurre con igualdad a otros modelos, como la familia monoparental, la ensamblada, la reconstruida, la interracial, la extendida, etc.

La película Los míos, los tuyos y los nuestros, en su versión original, interpretada por Lucy Ball y Henrry Fonda en 1968, y en la más reciente, por Dennis Quait y René Russo, describe cómo dos familias numerosas llegan a formar una unidad familiar.

Podemos apreciar que en este proceso se desarrollan valores de gran utilidad individual y colectiva:

1- La adaptabilidad y flexibilidad, que ayudarán a experimentar el cambio como forma natural de la existencia, pudiendo sobrevivir ante situaciones difíciles con capacidad de crear otros escenarios de vida que sean de mejor aprovechamiento personal. La adaptación ayuda a la sobrevivencia de la especie, es una herramienta de triunfo y valor.

2- El respeto ante la diversidad ayudará a ampliar nuestra visión del mundo, aprendiendo a reconocer y aceptar lo diferente.

3- El lazo afectivo sobre la biología, el amor fraternal, va más allá del vínculo sanguíneo y, en muchas ocasiones, consideramos familia a personas que no son de nuestra sangre.

4- El trabajo en equipo, la cooperación y la negociación son otros valores trasmitidos dentro del núcleo familiar y las familias eclécticas.