Urge reactivar la construcción en Chiriquí
- 03/09/2025 00:00
En Chiriquí, 70% de los trabajadores son privados, pero sólo 31% gana más de $800 mensuales
La economía panameña experimenta desempleo de dos dígitos. Con la excepción de los años de pandemia y postpandemia (2020, 2021), es la más alta tasa en 20 años (9.8% en 2005). En los últimos dos años perdimos 80% de nuestras exportaciones y 70 mil empleos, 54 mil del fiasco minero y otros 15-20 mil que terminaremos perdiendo como consecuencia de “la masacre laboral de Bocas del Toro”.
Hemos creado una economía artificial, de informales y funcionarios financiada con plata prestada, donde los beneficios se convirtieron en derechos, que financiamos con deuda y defendemos con consignas. No vivimos de lo que ganamos, sino “de lo que le cargamos a la tarjeta de crédito”. Pero “se nos acabó el saldo” y tenemos que enfrentar la realidad.
En ese contexto, las jubilaciones especiales a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia han generado fuertes criticas, pero el efecto distorsionador del empleo público (que financiamos con deuda) va mucho más allá..
Por ejemplo, en Chiriquí, 70% de los trabajadores son privados, pero sólo 31% gana más de $800 mensuales. En Coclé, 74% de la fuerza laboral es privada, 39% gana más de $800 mensuales, mientras que en Veraguas, 60% de la Población Ocupada es privada, pero apenas 16% gana más de $800 al mes.
Chiriquí presenta una complejidad adicional. La Provincia no genera empleo de baja escolaridad. La escolaridad promedio en los empleos creados entre el 2021 y 2024 fue 12.7 años, con 42% de los empleos requiriendo títulos universitarios.
Este fenómeno, aunado a la deserción escolar en Educación Premedia y Media, así como la importante pérdida de días de clase debido a la pandemia y las recientes huelgas han aumentado la vulnerabilidad de muchos jóvenes a incurrir en actividades delictivas
De hecho, en julio 2025, la Comisión de Seguridad de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Chiriquí alertó sobre el incremento de robos y hurtos en el distrito de David, afectando tanto zonas residenciales como comercios.
Esto plantea un reto de cara a la instrumentación de la Ley 468 de Intereses Preferenciales, los mejores sujetos de crédito en el interior del país son servidores públicos, lo cual a su vez trae a la mesa la recurrente satanización de los incentivos.
Cabe la pregunta ¿qué debemos incentivar, el empleo o la planilla estatal?
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