Una pelea y muchos perdedores
- 12/05/2025 00:00
Ya son varias semanas de combate, y todo indica que, en lugar de ir quedando menos peleadores, van aumentando. Como en esas batallas “todo vale” de la lucha libre, los gladiadores siguen entrando al ring al ritmo de la campana. Solo que aquí los tinglados están instalados en varios puntos del país, algunos tan distantes como la provincia de Bocas del Toro, o en el centro del país, como Veraguas.
Es una multitud de peleadores contra un número mucho menor de agentes. A todas luces, estos últimos se apoyan en instrumentos que amplían el alcance de sus golpes. Y cada impacto, por las imágenes que circulan, arranca algo más que lágrimas en la muchedumbre. ¿Cuál es la bolsa del combate? Una ley, una reforma al sistema de pensiones y otras medidas que ya están en marcha.
Este combate fue postergado durante años por los gladiadores. Algo así como aquella pelea entre la leyenda del boxeo y el influencer, que movían de fecha una y otra vez... hasta que finalmente se dio.
Subieron los primeros peleadores, como dijimos, y se han ido sumando muchos más sin pedir permiso a nadie. No hay árbitros. Solo suben y empiezan a lanzar golpes a diestra y siniestra. A los heridos los retiran, pero la pelea sigue. En este combate hay púgiles de todos los pesos y edades. Y por los vientos que soplan, la campana todavía está lejos de repicar.