Sentido inclusivo

Lejos de crear polémica o propiciar discusiones estériles, deseo aprovechar coyuntura noticiosa internacional, donde el presidente de El Salvador, Nayib Bukele prohíbe “lenguaje inclusivo” en escuelas y dependencias gubernamentales. Sin embargo, aprecio el espacio para hablar de verdadera inclusión, donde debemos tener cuidado, pues no por más o menos palabras, así como connotaciones, estemos caminando erróneamente hacia un silencio, que opaque toda intención de lograr mejores condiciones para quienes las necesitan, pues pertenecen a este mundo no a otro.

Ya con el uso de “emojies”, palabras cortas, o simplemente reemplazar una idea de letra en número, estamos ante otro escenario. Crear otra esfera de comprensión donde no todos pueden discernir. Esto nos pasa con nuestros estudiantes. Frases como: “XD, lo funearon”. Toca al común de los padres y comunidad educativa en general, “descifrar” y sumarse a la interpretación para ayudar no para excluir.

Hace unos años me correspondió entrevistar a un señor con discapacidad visual como ahora se denomina al que, en otro momento, sin que representara denigración, se le conocía como “ciego”. Y abordé este tema. Le dije con claridad, partimos del hecho, que nadie con sentido de humanidad quiere lastimar y menos con palabras. Me decía la comprendo, pero hay quienes sí lo hacen y nos hacen sentir muy mal.

Con el transcurrir del tiempo, hay quienes hoy siguen buscando en palabras “ser incluidos” y es justo su derecho. No obstante, la vida es comunicación y de la clara, directa, sin lastimar y sin ofender. La idea es evolucionar y no lo contrario. No enmudecer en el intento de crear escenarios donde no logre penetrar el amor de familia, amistades y sociedad, que quiere lo mejor para todos.