Secretaria de Seguridad Nacional y la neutralidad

  • 29/06/2025 00:00

El Tratado de Neutralidad Permanente, firmado en 1977 como parte de los Tratados Torrijos-Carter, estableció que Panamá tendría la responsabilidad de garantizar la neutralidad del Canal, después del año 2000. Como en efecto lo hemos hecho con responsabilidad durante estos primeros 25 años del siglo XXI.

El Canal debe permanecer abierto y neutral al tránsito de buques de todas las naciones, en tiempos de paz o de guerra. Ni Estados Unidos ni ningún otro país puede usar el Canal para fines militares que comprometan esa neutralidad. Esa es la promesa que hicimos al mundo, y la que debemos seguir honrando.

Hoy, mientras Oriente Medio y Estados Unidos se encuentran en medio de graves tensiones geopolíticas, Panamá recibe la visita de la Secretaria de Seguridad Nacional norteamericana, Kristi Noem. Es necesario saber cómo el gobierno norteamericano nos mira; somos punto estratégico, ruta y aliado logístico. Por eso la visita debe mirarse con atención; no solo la agenda formal que señala que es para fortalecer la cooperación en seguridad fronteriza, el control migratorio, logística de deportaciones y evaluar con autoridades panameñas la situación humanitaria en el Darién; hay que estar alertas.

La presencia de la Secretaria norteamericana se convierte en una narrativa peligrosa por sus exigencias, mientras pareciera que Panamá coopera sin límites, sin voz, y sin recordar su historia. Hay que decir, Panamá no es aliado en conflictos que no son suyos, ni deberíamos facilitar operaciones que nos llevan a un terreno de geopolítica que no elegimos. La soberanía no se negocia ni se silencia.

El Tratado de Neutralidad es un compromiso adquirido y claro de que Panamá hizo al mundo y a las futuras generaciones. Una promesa de que el Canal no será instrumento de guerra, ni de imposiciones externas.

La neutralidad no es indiferencia; es firmeza y el saber decir: en Panamá la paz se defiende todos los días, con dignidad, claridad y memoria.

Claro que tenemos temas internos que ameritan nuestra atención, pero no dejemos de lado lo que está pasando en el mundo, somos parte de la solución no del problema.

El Tratado de Neutralidad Permanente, firmado en 1977 como parte de los Tratados Torrijos-Carter, estableció que

El Tratado de Neutralidad es un compromiso adquirido y claro de que Panamá hizo al mundo y a las futuras generaciones. Una promesa de que el Canal no será instrumento de guerra, ni de imposiciones externas.