Se le fue la mano en pollo a la alcaldesa

No es la primera vez que la alcaldesa de Arraiján, exfuncionaria de la Asamblea, acapara la atención. Desde que llegó al poder ha venido tomando acciones que la han puesto en contra de la ciudadanía. Uno de los primeros escándalos fue la tramitación de un préstamo con fondos municipales para su vicealcalde, un acto denunciado por los moradores y posteriormente suspendido en otras instancias. Luego estalló el escándalo por el nombramiento cruzado de familiares en juntas comunales, una maniobra que, según las denuncias, buscaba desviar la atención de los fiscalizadores. Más adelante vino la polémica prohibición de los ladridos de perros en áreas públicas del distrito. A esto se suma su intención de abandonar las viejas instalaciones municipales para mudarse a un centro comercial. Y así ha ido acumulando escándalos. Ayer, Día de los Inocentes, volvió a ser noticia. Desde el presidente de la República hasta un profesor universitario le cuestionaron la demolición del monumento a los trabajadores chinos que participaron en la construcción del Canal, ubicado del lado del Puente de las Américas.

La demolición se realizó de noche. Si bien la estructura no estaba en buenas condiciones —al igual que el propio puente, al que hay que invertirle mucho dinero en mantenimiento anual—, la decisión no fue la correcta. Y el pueblo le pasará la factura.