Salud versus “taquilla”

Para hablar de salud hay que despojarse de intentos de maquillar la realidad, hay que hablar con los pies sobre la tierra y con la sinceridad a flor de piel.

Es así, pues cuando se toma la bandera de salud para figurar, mentir o politiquear, al final la verdad sale a flote. Los diputados, ministros y directivos de instituciones de salud; han dicho por meses que todo esta mejor, que la mora de cirugías esta resuelta, que las medicinas e insumos o reactivos están casi al 100%. Y todo esto se les desmorona ante la realidad palpable por el mismo pueblo sufrido, que sabe que no es cierto.

Así mismo, como los magistrados de la corte le huyen de los efectos de la mala ley de pensiones del seguro; también en el ejecutivo cuando tienen una dolencia se van al extranjero a atenderse, ¡pues saben cómo tienen al sistema de salud!

No es que deban temerle a que no despierten de la anestesia (temor que muchos dictadores han tenido), el temor real es que se vean víctimas de sus propias acciones, del abandono sin presupuesto y descuido de instalaciones, en equipos e insumos.

Y peor aún, pánico les da que ante un evento adverso le tenga que dar cuentas al Padre de lo que les hizo a los indígenas en Arimae, a los excesos contra hombres, mujeres y niños bocatoreños, las destituciones ilegales de educadores, los presos políticos, etc. Pues, lo que les hicieron a los pobres, se lo hicieron a Jesús.