Salario mínimo y bienestar de los trabajadores
- 12/10/2025 12:35
Los aumentos de salario mínimo son necesarios para recuperar la pérdida de poder adquisitivo
Los gobiernos fijan salarios mínimos cuando no existen convenios colectivos que generen condiciones salariales adecuadas para los trabajadores. Los convenios colectivos son contratos que obligan a las empresas a cumplir con condiciones laborales pactadas de mutuo acuerdo con grupos de trabajadores organizados.
En la actualidad, apenas un 2% de los trabajadores panameños se encuentran amparados por una convención colectiva y solo 1 de cada 4 pertenece a un sindicato, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Esto quiere decir que la mayoría de los trabajadores tiene un poder de negociación casi nulo en cuanto a sus condiciones salariales. En este escenario, el salario mínimo desempeña un rol de gran relevancia. La OIT señala que más del 90% de los estados miembro poseen una política de salario mínimo.
Estas medidas no solo buscan el pago acorde al costo de vida, sino también distribuir de manera más equitativa los recursos generados por el crecimiento económico. Una política de salario mínimo eficaz debe insertarse en un marco amplio de políticas laborales, especialmente ante la situación crítica de los trabajadores de menores ingresos.
En 2024, el subempleo invisible, que reúne a quienes realizan jornadas de más de 40 horas semanales y devengan ingresos menores al salario mínimo, fue de 11.9%, dos puntos por encima de la tasa prepandemia, lo que significa que más de 220 mil personas se encuentran en esta situación.
Los aumentos de salario mínimo son necesarios para recuperar la pérdida de poder adquisitivo, que desde la última revisión de 2023 ronda el 1%. Además, los bajos ingresos y la extremada desigualdad deben abordarse a través de la generación de mayor tejido sindical que permita negociaciones colectivas paritarias.
Paralelamente, el Fondo Monetario Internacional advierte en su último reporte país que, desde el año 2000, el salario real crece mucho menos que la productividad por trabajador.
Esta brecha plantea una pregunta inevitable: ¿cómo es posible que empresas con ganancias de cientos de millones de dólares sigan pagando el salario mínimo?
Por último, debemos recordar que el nivel salarial influye directamente en el acceso a vivienda, salud, educación y tiempo libre, dimensiones esenciales del bienestar de los trabajadores, razón de sobra para garantizar salarios dignos como política permanente de justicia social y económica.
Economista