Salario mínimo. ¿Es o no necesario?
- 24/09/2025 00:00
Por disposición de la legislación laboral del país, cada 2 años debe actualizarse las sumas de los ‘salarios mínimos’ (es en plural porque existen varios de acuerdo a la actividad que se ejecuta y las zonas), y que es responsabilidad del Ministerio de Trabajo convocar la Comisión Nacional de Salario Mínimo para establecer los nuevos montos que deben empezar a regir para el año 2026 hasta el 2028.
Ya la semana pasada la Cámara de Comercio, en voz de una de sus voceras muy activa, por cierto, para los aciagos días de la huelga docente, han comenzado a crear la matriz mediática y la narrativa de que el país, viene de un movimiento huelguístico y de paralización económica, que ha retrasado la reactivación económica, y que por lo tanto un ajuste del salario mínimo sería catastrófico para la economía nacional.
A mis años, no recuerdo ningún proceso de discusión del salario mínimo, que no haya sido objeto de estos mismos criterios empresariales, al que le añaden el cuco y teoría del traslado de los precios al consumidor y al inmediato cierre de empresas y el despido masivo de trabajadores.
Entendemos que el país, está en pésimas circunstancias de desajuste económico, aumento del desempleo y de las actividades informales, la contracción de las actividades económicas. Es, decir, no hay “chen chen”, pero no por eso vamos a dejar de cumplir con la fijación del salario mínimo, que ni en plena Pandemia se dejó de hacer.
Es responsabilidad de todos, Gobierno, sector económico y trabajadores, buscar los mejores entendimientos para que el país, siga adelante dentro de las condiciones en que nos encontramos. Postergar o no cumplir con este tema, es peligroso para el desarrollo y estabilidad de la Nación.
En este tema, tarde que temprano todos los sectores involucrados, deben sentarse a una discusión franca y con criterios de ponderación objetivos y las corridas económicas viables y reales, con la finalidad de determinar si es necesario mantener la fijación de estos salarios por espacio de 2 años, aumentarlos o, sencillamente, sustituirlo por otro mecanismo.
Podría ser un aumento general de salarios, o una proyección mixta que incluya una porción de pago mínimo por actividad y otra por salario general, como se hace en otros países. Para que ello ocurra, primero debe haber un “acuerdo general intergremial de los trabajadores” sin distingo, de si soy Central, Federación, Confederación, si tengo un millón de afiliados o cincuenta, si tengo 80 años de existencia como gremio, o si soy vitalicio como dirigente por designios divinos. Hay que madurar y dar ese gigantesco paso. Sé que es difícil, pero la lucha que no se hace es la primera que se pierde. La propuesta está en la mesa.