Rol del comunicador social con la salud mental y el bienestar de la población

  • 21/05/2025 00:00

En un mundo interconectado, sobreinformado y, muchas veces, emocionalmente fragmentado, la figura del comunicador social se vuelve estratégica y fundamental. Este profesional no solo informa: también interpreta, conecta, educa y transforma.

El rol del comunicador social ha evolucionado. Ya no se trata únicamente de generar contenido noticioso, sino de comprender la importancia y la responsabilidad que implica informar a la población.

Cada mensaje que se difunde tiene el potencial de influir en las emociones, conductas y actitudes de las personas.

En estos tiempos, en los que proliferan los pseudoperiodistas en redes sociales que se enfocan en generar contenido sin verificar la veracidad de la información se incrementan los niveles de ansiedad e incertidumbre en gran parte de la población.

Por ello, la labor del comunicador va mucho más allá de la transmisión de datos. También incluye formar, sensibilizar y cuidar el impacto emocional de sus palabras en la audiencia.

En un contexto como el actual en Panamá, donde se desarrollan protestas producto de tensiones sociopolíticas, el comunicador social se convierte en un aliado esencial del bienestar colectivo.

Su compromiso ético y humano con la verdad, la empatía y la salud emocional de la ciudadanía resulta clave para construir una sociedad más consciente, informada y resiliente.

El comunicador también puede asumir el rol de educador comunitario, ya que, a través de campañas, cápsulas informativas o publicaciones, tiene la oportunidad de formar a la ciudadanía en temas de interés público y social.

El comunicador debe evitar el sensacionalismo, respetar la dignidad de las personas y promover una narrativa basada en la inclusión y el respeto.

Psicólogo general