¿Responderá el niño Dios tu carrera?

  • 16/12/2025 00:00

Extraño aquellas cartitas al niño Dios. Con el paso del tiempo me resultó muy doloroso aceptar que todo era un mito navideño, pero la emoción que en mi infancia me provocaba hoy no encuentra sustituto.

Admito además que la respuesta esperada, más de una vez para muchos niños se nos convirtió en decepción. Fue frustrante saber que nuestros padres suplían los esperados regalos, y lo fue más cuando descubrimos que todo eso degeneró en el anzuelo para el de mercadeo de un lucrativo negocio.

Te has puesto a pensar que si “el cuento de la cartita” fuera verdad, y que el Niño Dios también le da respuesta a las cartitas de los adultos, siempre y cuando merecieran lo que piden, ¿crees que tú mereceríamos el regalo pedido?. Como anadan las cosas, de seguro que muy pocos tendrían visita oportuna de Jaimito el viejo cartero.

Eso de portarse bien para los “mayorcitos” es un poco más complicado, pues va más allá de respetar a los padres, decir siempre la verdad, o aprobar el año escolar con buenas calificaciones.

La vida de los adultos está llena de compromisos y deberes que con responsabilidad estamos obligados a cumplir. Sólo piensa que si no eres un buen padre, tú hijo tendrá un final infeliz. Si eres un mal trabajador, perderás tu empleo, y el hambre llegará a tu hogar. Es que si no tomas en serio tu papel como ciudadano, nos gobernarán políticos incapaces y corruptos.

No es malo “portarse bien” esperando recompensa. Con hacer lo correcto, nos aseguramos de tener un futuro promisorio con familias sólidas, comunidades solidarias, y ciudadanos honestos y decentes. ¿Acaso no es este el regalo que todos los panameños nos merecemos?

Es inútil que le pidamos al Niño Dios que convierta a Panamá en una patria grande, con justicia social y comida para todos. No le escribas largas cartas, pues desde hace rato y sin que lo pidieras, te entregaron lo necesario para ser felices, y hacer felices a otros. Por el contrario, preocúpate si preferiste usar esas herramientas para llevar dolor y pesares a inocentes que están a nuestro lado y decimos amarles.