Realismo político

  • 03/10/2025 00:00

Muchas veces las personas contrastan sus ideales con la realidad, creando situaciones convenientes para sí mismo, sin alterar su estado de conciencia natural. Y es que la mente puede ir, por un lado, mientras que la conciencia transita por otro; sin mayores escrúpulos y con el cinismo desbordado, creando realidades muy crudas para asimilar.

El realismo político sostiene que debe practicarse con base en la realidad del poder, dejando de lado las visiones idealistas o morales; mientras el idealismo político es lo diametralmente opuesto, haciendo énfasis en lo que debería ser y no solo en lo que es, guiándose en función a valores y a los principios éticos.

Los conceptos del realismo político, combinados con las malas prácticas adquiridas producto del desgaste de un sistema democrático fallido, que no solucionan los problemas de la población, produce en el inconsciente colectivo un paradigma social basado en la percepción sobre la tolerancia frente a situaciones incorrectas o moralmente cuestionables, como la justificación a la corrupción en función a un crecimiento económico coyuntural o a la normalización de lo indebido.

El enfoque del realismo político es la lucha por el poder y define en contexto, cómo es la política. No discrimina sus formas ni cuestiona el paradigma a la hora de tomar o mantener el poder, ya que avala los principios de Nicolas Maquiavelo acerca de que ‘el fin justifica los medios’. El ser humano es un animal político, ya que dentro de su interacción social se maneja en manada, haciendo de la jerarquía un pilar esencial para la convivencia dentro del caos.

Basado en la cosmovisión de los pueblos latinoamericanos, acomodarse a las circunstancias para sacarle ventajas a los hechos, no es más que la traducción de lo que hoy se denomina resiliencia. Para efectos prácticos, la debacle moral de la sociedad en su conjunto, y las respectivas consecuencias derivadas, se definen en función a la formulación de los valores éticos y a la confrontación con el actual sistema político.