Radiografía de un sistema político en crisis
- 06/06/2025 13:00
Un análisis exhaustivo del proceso de elecciones primarias de 2023 revela que Panamá enfrenta un momento crítico de transformación en su sistema político, con partidos tradicionales en crisis de legitimidad y fuerzas emergentes que cuestionan el modelo de representación vigente.
Así lo señala Flavia Daniela Freidenberg, en el libro Las primarias como juegos estratégicos: selección de candidaturas, democracia interna y partidos políticos en Panamá, auspiciado por el Tribunal Electoral.
Según Freidenberg, el sistema político nacional atraviesa un “momento de cambio íntimo”, comparable a procesos de transformación observados en otros países latinoamericanos. “Hay un sistema de partidos tradicionales en donde los partidos están cada vez más deslegitimados, en donde están surgiendo nuevas fuerzas que en este momento adquirieron mucho poder electoral por una vía alternativa al modelo de representación tradicional”, afirma la investigadora.
Paradójicamente, las nuevas fuerzas que llegan al poder cuestionando la validez de los partidos como agentes clave de la representación política “se dan cuenta de que la supervivencia como fuerza está muy emparentada con los partidos políticos”. Esta situación genera una cíclica “tensión discursiva importante” en el sistema político panameño.
En ese escenario, el diseño institucional panameño enfrenta un desafío fundamental: fue concebido para un sistema de partidos tradicionales con participación minoritaria de fuerzas alternativas. “El diseño institucional está pensado para un sistema de partidos tradicionales y una participación minoritaria de esas fuerzas que están por fuera del sistema de partidos tradicionales”, explica Freidenberg.
En el caso de las elecciones de 2024, las primarias realizadas fueron más “campañas anticipadas” que una verdadera democracia interna. Los partidos utilizaron estos procesos para probar candidatos mediáticamente y acceder a tiempo público, convirtiendo las primarias en lo que la autora describe como “una gran encuesta financiada con dinero público”.
Una transformación necesaria en los contextos políticos emergentes, donde la democracia enfrenta múltiples cuestionamientos, el sistema político panameño afronta una encrucijada histórica.
La forma como se aborden las reformas electorales determinará si el país logra construir un nuevo equilibrio entre las fuerzas tradicionales y emergentes, o si enfrentará una crisis más profunda de representación política.
Los desafíos actuales implican una transformación necesaria: fortalecer la democracia interna de los partidos mientras se adapta el sistema a las nuevas realidades políticas del país. El mensaje es claro: el momento de actuar es ahora, antes de que la crisis de legitimidad se vuelva irreversible.
Para evitar el “colapso del sistema de partidos tradicionales” deben realizarse ajustes específicos. Entre los mismos sobresalen cinco aspectos fundamentales:
Primero
Reformar el sistema de primarias haciéndolas más competitivas, incluyentes y menos costosas.
Segundo
Regular el uso de recursos estatales a través de controles estrictos sobre el financiamiento público y evitar que las primarias se conviertan en campañas anticipadas.
Tercero
Fortalecer la paridad de género eliminando las cláusulas de escape que permiten a los partidos justificar la falta de candidatas mujeres.
Cuarto
Modificar el sistema de reservas que permite que las decisiones de la militancia sean anuladas por negociaciones posteriores, generando desilusión y desencanto.
Quinto
Adecuar el diseño institucional para integrar efectivamente a las nuevas fuerzas políticas emergentes sin desestabilizar el sistema democrático.
Como advierte Freidenberg, la democracia está en juego cuando no hay partidos políticos fuertes, responsables, legítimos e inclusivos. Por lo que, el sistema de partidos políticos requiere una transformación profunda para reducir las posibilidades de una crisis de legitimidad.