Operación Mercurio

  • 29/08/2025 00:00

El pueblo panameño sospechaba en 2019 que había puesto a los ratones a cuidar el queso, lo que nunca imaginó era que la codicia estuviera por encima de un estado de consciencia alevosa para arruinar al propio país donde nacieron. El pecado no estuvo solo en robar, sino en todas las circunstancias que rodeaban la trágica escena que simulaba un experimento social detrás de la desdicha humana que significó el encierro obligatorio de toda la población.

Paralelo a ello, se creó una casta de privilegiados que operaban desde la tranquilidad de tener a toda la población en cuarentena obligatoria. Amparados bajo la sombra del claustro, vendieron el terror como elemento disuasivo para aprovecharse del decreto de Estado de Emergencia Nacional, para celebrar así, el festín que hoy pretenden que pague el resto de los panameños en forma de deuda, junto al respectivo interés generado por los 25 mil 200 millones de dólares despilfarrados.

La discrecionalidad en medio de la pandemia y un sistema para distribuir ayudas sociales, terminó generando un desfalco que pretendieron diluir en métodos y formas intangibles, para en el medio del caos, desaparecer el rastro de un latrocinio sin precedente. No obstante, la huella que dejaron en el endeudamiento público quedó evidenciado cuando duplicaron la misma, sin realizar ningún proyecto u obra que justifique este terrible atraco al Tesoro Nacional.

Al comenzar las pesquisas que intentan esclarecer dónde quedaron los recursos del pueblo panameño y en manos de quiénes, la sociedad en su conjunto espera que las investigaciones lleguen a fondo y que alcancen, no solo a los operativos, sino también a los dueños del negocio. El circo romano lo único que crea es indignación nacional, sin embargo, a largo plazo solo sirve para la aplicación el axioma de que ‘los carniceros de hoy serán las reses de mañana’.

Cada vez se hace más común que los resentidos lleguen al poder para saldar las cuentas pendientes o para convertirse en socios de sus verdugos del pasado.

Al comenzar las pesquisas que intentan esclarecer dónde quedaron los recursos del pueblo panameño y en manos de quiénes