Noche que Panamá nunca olvidará
- 20/12/2025 00:00
Habían pasado algunos días de la Invasión de Estados Unidos a Panamá el 20 de diciembre de 1989, para derrocar al general Manuel Antonio Noriega.
La rendición de tropas panameñas y el saqueo a los comercios eran la tónica. En el sector de Carrasquilla, al igual que en muchos puntos del país escaseaba la comida.
Cerca del colegio Adventista, los dueños de abarrotería se arriesgaron a vender para ayudar a los residentes.
Una joven de unos 11 o 12 años caminaba cerca de la abarrotería, cuando unos sujetos armados en un vehículo abrieron fuego contra ella.
La niña cayó y fue auxiliada por varios vecinos, quienes la trasladaron hasta el antiguo IRHE de Carrasquilla, donde soldados norteamericanos tenían una pequeña base para garantizar el suministro de energía.
Al llegar al sitio fueron interceptados por tanquetas y obligados a abandonar el vehículo. Un oficial de origen puertorriqueño pudo comunicarse con los vecinos, quienes contaron lo sucedido.
La joven fue transportada al Hospital San Fernando y logró salvar la vida, pero la herida de bala dejó consecuencias. Hoy día la joven es una profesional y labora, pero desafortunadamente no pudo caminar y utiliza una silla de ruedas.
Testimonio de los daños colaterales de una invasión injustificada.