Niñez trabajadora: deuda social pendiente
- 23/08/2025 00:00
Dentro de la sociedad existe un grupo muy valioso que, aunque de corta edad, son los que aseguran que la humanidad siga existiendo. Se dice con frecuencia que “La niñez representa el futuro de la sociedad”. Son los próximos ciudadanos, líderes y profesionales que guiarán el avance social, cultural y económico.
A pesar de ello, el Estado y la comunidad parecen haber relegado estas palabras al olvido. Basta con recorrer las calles de distintos sectores, en donde se puede notar el aumento de niños vendiendo golosinas, limpiando parabrisas o realizando trucos con balones para obtener algunas monedas. El trabajo ambulante infantil, además de ilegal, es peligroso. Los expone a riesgos y constituye una forma de maltrato.
En lugar de estar en las calles, estos niños deberían estar en las aulas, recibiendo una educación digna que puedan utilizar para construir un mejor futuro. Pero la realidad es otra: la precariedad los empuja a trabajar para contribuir con el sustento de sus hogares.
El Estado tiene la obligación de actuar con firmeza. Debe garantizar una docencia de calidad, fortalecer los mecanismos de denuncias, desplegar personal de inspección en las calles y, sobre todo, asegurar un ambiente seguro y estable para la niñez. Su bienestar y desarrollo son derechos fundamentales, pero también indicadores de una sociedad saludable, justa y con valores.