La vida es comedia
- 18/09/2025 00:00
Con Taxi, el chitreano universal vuelve a sorprendernos
Edwin Cedeño, director que marca época. Su teatro respira música, humor y vida. Con él, la escena es fiesta, espejo y memoria. Y profesional. Mucha teatralidad amateur y amarga, cotidiana, en San Felipe y la 5M.
En 2009, Edwin zarandeó y jamaqueó Maestra Vida, de Blades. Montaje monumental. Música, danza, teatro y panameñidad en un inigualable y único latido. Antes había sacudido al público con La jaula de las locas. Color, risa y sensibilidad. Y mucho antes, en 1977, nos había regalado Alicia en el país de las maravillas. Fue el inicio de una carrera inquieta y luminosa.En antiguo convento, de los Dominicos, de La muy Noble y Leal Nuestra Señora de Asunción, dirigió la lectura dramatizada de la espectacular obra de Sinán El Nuevo Paraíso Terrenal.
Cedeño estudió en Panamá, Venezuela y Nueva York. Su formación lo sostiene. Su imaginación lo desborda. Ha dirigido más de 200 montajes. Comedias, dramas, musicales. Premios y reconocimientos lo acompañan. Su marca: la versatilidad. Su sello: el aire de comedia que siempre ilumina. La vive, la representa, la promociona. Que sí: la vida es comedia.
Hablar de Cedeño es hablar de un teatro vivo. Popular y exigente. Próximo, del prójimo y universal. Un teatro que mezcla circo, farsa, danza, grotesco. Que arranca carcajadas y también reflexión.Los prójimos próximos de Trinka, trinkosos, se suben/bajan del Taxi, con Edwin como chófer, en la función del sábado 27 de septiembre. Vamos a acompañarlos.
Con Taxi, el chitreano universal vuelve a sorprendernos. Es la célebre comedia de Ray Cooney. Taxista con doble vida, dos esposas, una mentira tras otra... y un enredo que estalla en carcajadas. Una farsa vertiginosa, llena de enredos y humor inteligente. De la mano del maestro Edwin.
Amigos: no basta con aplaudirlo de lejos. Esta es la ocasión. Vayamos al teatro. Llenemos la sala. Convirtamos Taxi en una fiesta. Porque ver a Edwin Cedeño en acción es celebrar el arte, la risa y la vida misma. Y con Trinka y trinkosos, mejor aún.