La opción... ¡Luchar hasta el final!
- 07/10/2025 00:00
Con orgullo repito que el barrio de San Miguel fue el escenario de mis correrías juveniles. Aunque de eso ya hace muchos años, no pierdo la oportunidad de darle “mi vueltecita” y recordar a las personas que estuvieron a mi lado, en momentos en que las dudas y la confusión sobre lo incierto de mi futuro, tenían control absoluto de mi mente y mis actos. Después de todo lo recorrido, me merezco “guindar los guantes”, “cogerlo suave” y en “cámara lenta” esperar paciente el fin de mis días.
Sin embargo, al mirar que el mundo está “patas p´arriba”; y que a los poderosos sólo “ganar y ganar”, sin importarle que para lograrlo deban buscar lugares tranquilos en el planeta para sembrar guerras, muerte y hambre.
Este panorama no es novedoso para mi, y no debería alterarme. Pero ahora con mis fuerzas físicas mermadas, y pensando solo en descansar, no puedo evitar sentir terror por vivir ese futuro apocalíptico. Esta angustia se agiganta cuando veo que miles de jóvenes están muy cerca de ser despojados de sus anhelos, y del placer de vivir persiguiendo ilusionados sus sueños. A nuestro alrededor poco a nada esperanzador vemos escuchamos. Con oír las noticias extranjeras se te crispan los nervios, y ni hablar de las locales que sólo destacan lo malo que ocurre en el país. Nos queda sólo pensar en la elecciones que es lo único prometedor que miramos allá a lo lejos. Pero, ¿para escoger a quién? Por lo general, seguiremos tomando decisiones erradas, si se adoptan con indiferencia y miedo.
A muchos contemporáneos les comparto estas preocupaciones, y con sinceridad algunos me sugieren que mejor “le meta mente a otras cosas”. ¿Y si ellos tuvieran razón? En ese momento dudo, porque tal vez exagero, y porque a resumidas cuentas, es fácil pensar que eso no es problema mío. Pero, en verdad, no puedo evitar preocuparme.
Con todo y mis achaques, me provoca pánico imaginarme protestando en la calle por el pago de mi pensión o por atención médica. En ese momento mis pensamientos me trasladan al viejo barrio, pero allí hoy todo me grita, que soy un extraño.