Integración o unificación en salud

Anunciaron decreto 26 del 26 de noviembre, la integración de los servicios de salud de la población, regidos por el desorientado Minsa, con una comisión que recuerda la coordinadora de salud CONSALUD, de aquel experimento fracasado de privatización.

No se aumentó los fondos del Minsa para que asuma gradualmente parte del costo de atención de beneficiarios, se le recortó al Minsa los presupuestos de inversiones y reparaciones de sus instalaciones, ni se dio para aumentar nombramientos, turnos e instalaciones. Parece cumplirse con la maligna ley 462 de la Caja, en recargar todo el financiamiento de la salud a los cotizantes asegurados.

Burlados o cómplices, ahora tocará ver la reducción de personal y jefaturas de forma indigna y con salida del supuesto duplicado, aunque las instalaciones estén a reventar de necesidad de citas. Mientras se introduce la privatización, compra de servicios y traída de profesionales extranjeros.

Lo de Ciudad Hospitalaria con miles buscando cita, parece un desastre autoprovocado para justificar “call center” con extranjeros. Eso ya se dio, sin que haya “no asegurados” peleando cita, imagínense cuando se cumpla la unificación. Nos tocará ver luego pelear por una cama de hospital a uno que pagó seguro, desplazado por el que nunca pagó. ¡Y así justifican privatización!

Dejarán de cotizar los trabajadores, preferirán la informalidad pues igual se pueden atender y se pierde el paquete de beneficios de ser asalariado. Pero también se tira en el pie económico el gobierno, pues sus recaudaciones de impuestos de renta son por ahí.

Médico