Gunayala 2026: entre retos y desafíos

El año 2025 marcó un hito para el pueblo guna con la conmemoración del centenario de la Revolución Guna, una oportunidad para revalorar su historia, fortalecer la identidad cultural y propiciar espacios de reflexión académica a nivel nacional e internacional. Cerrado ese ciclo de memoria, el 2026 se presenta como un año clave para enfrentar retos estructurales y asumir desafíos con una visión de desarrollo integral y equitativo.

Uno de los principales pendientes sigue siendo la educación. En Gunayala persisten escuelas con infraestructuras deterioradas, proyectos inconclusos desde hace más de una década y otros que nunca pasaron del papel, pese a las constantes protestas de padres de familia y estudiantes. Todo esto contrasta con un presupuesto nacional que supera los 32 mil millones de dólares, lo que plantea la interrogante de si se asignarán recursos suficientes para atender esta deuda histórica.

En materia de salud, el panorama no es distinto. Promesas incumplidas, desabastecimiento de medicamentos, falta de especialistas y proyectos abandonados, como el hospital rural de Inabaginya en Sasardi Mulatupu, reflejan la ausencia de una planificación sostenida para la región.

En cuanto a infraestructura vial, aunque se rehabilitó la carretera Llano–Cartí, comunidades del oriente de la comarca impulsan desde 2008 un segundo acceso por Darién, proyecto que hoy espera respaldo gubernamental y financiamiento. Su ejecución significaría un cambio sustancial en la calidad de vida de miles de pobladores.

A nivel interno, el Congreso General Guna enfrenta el desafío de fortalecer el diálogo, la equidad en la toma de decisiones y la revisión de sus normas, promoviendo una participación amplia e inclusiva. Más allá del lugar de residencia, todos siguen siendo hijos de Gunayala y responsables de su futuro común.