¿Fue un intento de golpe contra Endara?
- 07/12/2025 12:45
Todo comenzó con un movimiento inusual en la sede de la Policía Nacional, en el corregimiento de Ancón, distrito de Panamá. La invasión no tenía todavía el año. Ya, la dirección de ese organismo de seguridad estaba bastante cohesionada y el coronel, Eduardo Herrera, era el segundo director. El primero, Roberto Armijo, no duró siquiera las dos semanas. Fue obligado a renunciar luego de que no pudo justificar una cuenta en el Banco Nacional de Panamá la cual superaba el millón de dólares.
Al coronel Herrera le dijeron que arrestara a Armijo. Fue una orden difícil de cumplir para Herrera, quien en ese momento era el subdirector y luego pasó a dirigir a la Policía Nacional. Para esa época existía un comportamiento de venganza en algunos miembros de ese organismo, los cuales sufrieron el rigor de la cárcel y la tortura debido al involucramiento en el primer y segundo intento de golpe contra Noriega.
Además, existía una sed profunda de venganza por la muerte de los oficiales que fueron asesinados el 3 y 4 de octubre de 1989. A lo anterior le sumamos el abandono y la falta de herramientas para que los policías cumplieran con su trabajo.
La respuesta a la pregunta inicial de este escrito la daremos a conocer el 16 de diciembre fecha en que recordamos el famoso Día de la Lealtad. Para muchos fue un intento por derrocar al presidente, Guillermo Endara Galimany, para otros, un acto sano de reivindicación ante las peticiones justas de los uniformados.
Ese movimiento inició el 4 de diciembre de 1990 y solo duró 48 horas. Me tocó darle seguimiento desde el búnker de la presidencia de la república. Allí, y frente a los alzados, el vicepresidente sugirió que pidieran ayuda a los norteamericanos para sofocar el movimiento. El mayor, Santiago Fundora, era partidario de artillar los helicópteros para acabar con la rebelión. El presidente Endara, muy preocupado, no quería más derramamiento de sangre. Consideró que, tal vez, la presencia de los soldados gringos persuadiría a quienes estaban en el motín.
En ese Búnker se acogió la idea de, Ricardo Arias Calderón, de solicitar apoyo a los norteamericanos. A casi un año de la invasión se dio este movimiento que todavía tiene respuestas sin contestar. El escenario que se vivió fue el mismo de aquel 16 de marzo de 1988 cuando el coronel, Leonidas Macías, encabezó el primer intento fallido en contra de Noriega. Ese día los sindicatos de la Autoridad Portuaria, del Instituto Nacional de Telecomunicaciones y del Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación movieron a su gente y los camiones pesados para iniciar una marcha que terminó en los predios de la Asamblea Nacional.
No había duda alguna, todo parecía un intento de golpe en contra de la frágil democracia. La primera acción del gobierno fue despedir a todos los huelguistas. Al coronel, Eduardo Herrera, se lo llevaron preso para una isla ubicada en la Calzada de Amador.
Con los años, los despedidos acudieron a la Corte Interamericana de los Derechos humanos... ganaron el caso y el gobierno tuvo que restituirlos y pagarles los salarios caídos.
Espere más detalles históricos de este y otros hechos los cuales publicaré el 16 de diciembre, cuando los partidarios de Torrijos recuerdan el famoso Día de la Lealtad. Dios nos bendiga.
Docente universitario