En Colón, que decida el pueblo!
- 29/11/2025 00:00
El conflicto entre el alcalde de Colón y el Concejo Municipal, no es un asunto menor. Según ha denunciado el alcalde Galván, la decisión de los ediles de imponer por insistencia el acuerdo que él había vetado, eliminará dependencias, imprescindibles, dedicadas a labores de asistencia social.
Dada la difícil situación que padecen los sectores más desamparados de ese castigado municipio, la confrontación entre el alcalde y los concejales, debe resolverse en la forma que sea más justa; y como no parece que el nivel a que ha llegado encuentre vías para el entendimiento mediante el diálogo entre las partes, la decisión debe recaer en los habitantes del distrito, mediante la aplicación de la fórmula prevista en la Constitución, en el artículo 239. Este, a la letra dice: “Los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa y de referéndum en los asuntos atribuidos a los Concejos.” Nuestra Constitución, aunque en la práctica las normas que radican en los municipios y en los corregimientos la atención y solución de los problemas locales, no hayan producido los resultados esperados, a los afectados, casi que, como único recurso para corregir esos fracasos, les impone esperar, pacientemente, que los representantes que eligieron cumplan sus períodos, para volver a ensayar acertar en las siguientes elecciones; pues, si bien es cierto que las normas constitucionales prevén la revocatoria de algunos mandatos electorales, la realidad también ha demostrado, por las trabas que las rigen, la casi imposibilidad de materializarlas.
Pero la Constitución, aspecto que parece haberse olvidado, en el nivel municipal, ofrece otra alternativa, aparte de las estrictamente judiciales, para corregir las decisiones o dirimir disputas como la que se ha producido en Colón; y esa es la vía del ya citado artículo 239, que vendría muy bien ensayar, tanto en ese caso, como en varios que ya se han producido en los distritos de Panamá y San Miguelito. En el caso colonense, el alcalde Galván, en tanto que alcalde o como simple ciudadano, bien podría tomar la iniciativa para promover un referendo y que sea el pueblo del distrito el que decida. El precedente reforzaría la democracia representativa y sería institucionalmente positivo.