Discriminación tecnológica

Hace unos días llamé a una empresa de servicios de comunicación para pedir que conectaran la línea del teléfono fijo que estoy pagando hace meses y no uso. Muy amable la joven me informa que ellos no vienen a domicilio y me explica como conectarlo, lo que según ella, es muy fácil hacerlo uno mismo.

Aquí vivimos 2 personas de la tercera edad, mi suegra tiene 98 años y yo no soy muy tecnológica. Le expliqué que no sabemos como hacer esa conexión y no tenemos a nadie que haga el favor. En un momento dado intenté hacerlo, ante la insistencia de que era fácil, pero no fue posible. Me molesté y le pedí que consultara con su supervisor; se supone que cuando usted lea este artículo los técnicos ya han debido haberme conectado la línea, como un favor.

Las empresas se han olvidado de sus clientes mayores de 50 años, aquellos que vivimos los cambios tecnológicos pero que no somos expertos en tecnologías. Seguimos vivos, somos clientes y pagamos nuestras cuentas igual que cualquiera pero sus políticas de logística y mercadeo no nos incluye. Detesto hacer reportes por WhatsApp pues pocas veces existe en el menú la opción que necesito.

Hace unos meses quitaron los 2 o 3 teléfonos públicos que estaban en la peatonal de La Central, mismo que siempre vi siendo utilizado. Aún hay gente que no tiene celular y que necesita comunicarse. Es lo mismo que creer que todos tienen Internet y una laptop en su casa o cuarto de alquiler.

Tu realidad tecnológica no es la misma que la de los demás.