Desastre del MINSA – Parte 1

Actualmente vemos casos graves de muertes en hospitales. Pero más allá de la campaña mediática —que muchas veces responde a odios personales o a órdenes dictadas por intereses detrás del negocio de los seguros de mala praxis, y que en realidad no piensa en el pueblo sino en el negocio— debemos preguntarnos: ¿qué motiva ese campo fértil para un desastre en salud? La respuesta es clara: un Ministerio de Salud que no gestiona apropiadamente la salud del país, no solo en este Gobierno, sino en varios seguidos. Esto nos ha llevado, de manera indefectible, al desastre sanitario.

Los ministros “ye-yes”, que confunden caridad empresarial con un auténtico servicio público con visión social, ni siquiera entienden las funciones del cargo al que llegan. Allí es donde los gobiernos devuelven favores a las empresas que financiaron campañas políticas. ¿Tienes empresa de limpieza? ¡Pues a limpiar hospitales y a ganarte algo! Aunque tu experiencia sea en oficinas y no en áreas de salud. Lo mismo pasa con los insumos y reactivos.

¿Por qué no se evalúan adecuadamente los pacientes en urgencias? Nadie en los medios habla de que no hay reactivos en los laboratorios. Se dice que los diagnósticos tardan mucho, pero ningún periodista cuestiona al MINSA: ¿dónde están los nombramientos de médicos y enfermeras suficientes para dar una mejor atención? ¿Por qué redujeron el número de turnos, dejando sin personal a las salas de urgencias? Ahorran en lo que corresponde a la salud del pueblo, pero se despilfarra en salarios de botellas.

¿Dónde están los protocolos de atención? ¿Dónde están los directores que deben hacer que se cumplan y garantizar el abastecimiento? Claro que hay errores del personal, pero todo empieza por no darles las herramientas mínimas con las cuales trabajar.