Cuando el futuro se ve por el espejo retrovisor
- 01/12/2025 00:00
Recientemente hemos vivido momentos de verdadero desconcierto ante las declaraciones que nuestro presidente dio en Costa Rica sobre la decisión del Tribunal Electoral de dejarlo correr en las pasadas elecciones, cuando era solamente el candidato a vicepresidente del prófugo condenado y asilado a su discreción, con la benevolencia de su gobierno.
Esas declaraciones fueron, a todas luces, inapropiadas, inesperadas y, por demás, innecesarias ante una audiencia que seguramente quedó pasmada porque no venían al caso. Acaso quiso congraciarse con su anfitrión, que no las tiene todas consigo, pero a los panameños nos han afectado de una manera que aún no acertamos a describir.
En este mes que comienza, donde todo parece girar en torno a la Navidad y las fiestas de fin de año, al Día de la Madre y al ya superado Black Weekend, nada de enjundia va a pasar, a menos que al que se cree rey del mundo le dé por hacerle un regalo a Venezuela —y al resto de la región— cometiendo un acto temerario que pondría a este lado del planeta en serios aprietos, como lo hizo su país hace 36 años cuando decidió invadirnos, un 20 de diciembre.
Traigo a colación el tema del “espejo retrovisor” porque el mismo presidente panameño lo mencionó en su última conferencia de prensa. Pero en otro contexto, porque, a casi dos años de gobierno, esta gestión sigue mirando por ese reducto que nos brinda la circulación, sin ver con luces largas que, o se apuran, o caerán en lo que hoy critican. A medida que pasan los días, la actual gestión puede definirse como la anterior. Si no hacen nada para corregir el rumbo, dejar de echarle la culpa a la administración pasada y abandonar las bravuconadas que no llevan a ningún lado —además de anuncios de cosas que no pasan, como lo de las listas—, pronto se verán a sí mismos en ese espejo retrovisor.