Al oído de Chapman

El ministro de Economía y Finanzas nos presenta un presupuesto de 34,900 millones de balboas para 2026. El de 2025 es de 30,110 millones.

Dice el Gabinete que debemos ser austeros. Parece falacia con este incremento. Para ir a austeridad de monjes deben enfrentarse una serie de gastos politiqueros que vienen arrastrándose de varios quinquenios gubernamentales.

Hay que acabar con las botellas en el Ejecutivo, en el Legislativo y en los Regímenes Municipales. Espero que en el Judicial no haya, sería el colmo. Hay que meterle el diente a los aumentos automáticos de diferentes sectores, como también con las prebendas de diferentes empleados públicos. También a las jubilaciones especiales que no paga el Seguro Social pero que pagan estos presupuestos onerosos.

Dicen que toda esta falta de austeridad, en materia salarial, está blindada por leyes especiales. Excelente, una ley deroga otra ley. Bueno no digamos que las deroguen sino que suspendan sus efectos por equis tiempo. Así se le daría un respiro al erario para reducir gastos y planificar, a futuro, lo que no se hizo en el pasado por gobiernos irresponsables que clientelistamente daban salarios sin hacer las debidas corridas a futuro.

Pero ocurre que si hacen esto los beneficiarios de esas leyes tumbarían al gobierno. Seguro que esto ocurriría si , el gobierno, no gana autoridad moral para pedir estos “sacrificios”. Y esa autoridad moral se ganaría si los jerarcas del Ejecutivo se rebajaran los salarios a no más de 4 mil mensuales. Dicen ser funcionarios competente, casi genios, por eso ganan eso, lo debe decir que, esos genios, deben haberse agenciado, antes de llegar esos cargos públicos, solución a sus estándares de vida, lo que hace pensar que podrían ganar menos y seguirán satisfaciendo sus estándares sin los salarios gubernamentales.

Otra forma es que, presidente, ministros y directores, no usen las planillas del Estado para nombrar a parientes y amiguetes.

Con estas y otras muchas medidas de austeridad, ganarían autoridad moral para que los demás se “sacrifiquen”.

Tengamos la seguridad que, si el gobierno lidera algo parecido, moverían a cientos de miles en las calles como apoyo político. Qué Asamblea ni que Corte se iría contra medio millón de ciudadanos en las calles exigiendo orden?