Alpinismo generacional: símbolos, soberanía y esperanza

  • 02/11/2025 11:30

En noviembre, cuando la bandera ondea en cada escuela y casa; el himno se siente en el pecho. Panamá recuerda que la patria no es herencia, es conquista diaria. Este mes de los Símbolos Patrios es tiempo de desfiles, discursos y sobre todo una invitación a reflexionar sobre el país que heredamos y el que estamos construyendo juntos.

La patria para sostenerse necesita de cada generación que la defienda, la respete y la eleve. Ese esfuerzo constante se refleja en el alpinismo generacional, símbolo de un pueblo que escala hacia la cima de su soberanía, el progreso y la dignidad nacional.

Cada época enfrenta sus propios retos: los abuelos que lucharon por el Canal revertido, por la soberanía territorial y por la democracia. Hoy los jóvenes se enfrentan a los desafíos del siglo XXI: soberanía tecnológica, ambiental, económica y cultural.

Ser panameños intergeneracionales significa seguir ascendiendo con la bandera en el corazón y la responsabilidad en las manos. La soberanía no se mide solo en fronteras, sino en nuestra capacidad para decidir con independencia, producir con dignidad y pensar con libertad. Es soberano el país que protege su naturaleza, honra su cultura y convierte la educación en la escalera hacia el desarrollo humano y del país.

El Diálogo Nacional es imperante, representando ese compromiso profundo con la patria: la voluntad de escucharnos, de construir consensos y de escalar juntos hacia un futuro más justo. Es el espacio donde el alpinismo generacional se hace real, porque ninguna nación asciende dividida. Cada voz, cada idea y cada acuerdo con compromisos fuertes en la misma montaña de la esperanza.

En estos 122 años de vida republicana Panamá ha logrado metas, pero aún quedan cumbres por conquistar; hay preocupación por la nación y también una fuerza que nos une, el diálogo nacional y la conciencia patriótica conforman el camino para sostener la esperanza de Panamá.

La unidad y el respeto a la patria son lazos que nos mantienen unidos en este ascenso común, porque la cima de la soberanía no se alcanza en un día, se conquista cada mañana, con esperanza, comunicación y fe en Panamá.

Excandidata presidencial