Así opera la secta expulsada de Colombia
- 02/12/2025 16:34
Autoridades detallan que el grupo mantiene prácticas religiosas extremas y un estilo de vida aislado
Las autoridades de Migración Colombia expulsaron a 26 integrantes de la secta Lev Tahor, un grupo religioso conocido por denuncias de abusos contra menores y matrimonios forzados. El operativo se desarrolló en un hotel de Yarumal, Antioquia, donde el grupo se había instalado desde finales de octubre.
Según la entidad migratoria, los 9 adultos y 17 menores que conformaban el grupo fueron identificados luego de que intentaran adquirir un terreno rural para establecer una comunidad cerrada. La presencia de la secta levantó alertas por su historial en otros países y por la aparición de menores con reportes internacionales de desaparición.
La secta fue fundada en Jerusalén en los años ochenta. El grupo mantiene prácticas religiosas extremas y un estilo de vida aislado. Su historial internacional incluye pasos por Israel, Estados Unidos, Canadá, México, Guatemala y varios países de Europa del Este, casi siempre huyendo de investigaciones por posible abuso infantil, matrimonios forzados y control coercitivo.
Agencias noticiosas han documentado múltiples operativos contra la organización. En Guatemala, en 2024, las autoridades rescataron a más de 150 menores de un asentamiento de Lev Tahor, mientras que en Estados Unidos algunos de sus líderes fueron condenados por secuestro y explotación sexual de menores.
Por qué los sacan
De acuerdo con Migración Colombia, la expulsión se fundamentó en los antecedentes del grupo y en el riesgo que representaba para los menores involucrados. Durante la intervención en Yarumal, 17 niños fueron puestos bajo protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), y varios de ellos fueron posteriormente trasladados a autoridades estadounidenses debido a alertas internacionales.
Los adultos fueron deportados a sus países de origen o al territorio que correspondía según su estatus migratorio. Migración informó que algunos integrantes tenían antecedentes judiciales o investigaciones abiertas en otras naciones.
Las autoridades colombianas señalaron que reforzarán los controles migratorios para evitar que organizaciones extranjeras con antecedentes graves intenten establecerse en el país. El caso Lev Tahor, dijeron, es un ejemplo de cómo grupos con estructuras cerradas pueden utilizar la movilidad internacional para evadir la ley.