A sus 25 años se cansó de sufrir y tomó una terrible decisión
- 27/11/2025 13:58
Australiana padece una extraña enfermedad que no la ha dejado disfrutar su juventud
A sus 25 años, Annaliese Holland tomó una decisión que volvió a poner en el centro del debate australiano la autonomía de los pacientes con enfermedades terminales. Tras convivir durante años con una ganglionopatía autonómica, un trastorno neurológico poco frecuente y de evolución irreversible, la joven obtuvo autorización para acceder a la muerte asistida voluntaria, un procedimiento legal en varios estados del país.
El avance de la enfermedad había comprometido funciones básicas del organismo —desde la regulación de la presión arterial hasta la digestión y la frecuencia cardíaca—, generando episodios de descompensación severa, dolor crónico y pérdida progresiva de independencia. Holland recibió el diagnóstico terminal a los 22 años y desde entonces pasó gran parte de su vida en hospitales. “La vida de todos sigue su curso y yo estoy estancada. Sobrevivo día a día”, había expresado.
El proceso para acceder a la muerte asistida duró tres semanas e incluyó evaluaciones médicas independientes, entrevistas psicológicas y los períodos de reflexión exigidos por la normativa. Según el equipo clínico que acompañó el caso, la joven demostró “una comprensión plena” del pronóstico y de las implicaciones legales y personales de su elección.
Organizaciones de derechos de pacientes señalaron que historias como la de Holland revelan los desafíos que enfrentan quienes conviven con enfermedades raras, así como la importancia de fortalecer los cuidados paliativos y el acompañamiento emocional.
Su familia la recordó como una mujer resiliente, creativa y profundamente consciente de su proceso. “Tomó su decisión con serenidad y dignidad, tras un largo camino de lucha contra una enfermedad devastadora”, afirmaron en un comunicado.