Trabajadores que se ganan el pan con el sudor de la lengua

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  • 01/05/2025 00:00

En una profesión mal pagada locutores como ‘La Zambita’ y Frank Tamayo encuentran en el cariño de su público el mejor salario

Hoy, cuando miles de personas gozan de un merecido descanso y celebran el Día Internacional del Trabajo, hay panameños que han salido de sus casas para ganarse el pan con el sudor de su lengua. Ellos son los locutores, quienes, además de programar buena música, son esa voz inconfundible que emociona, entretienen e informan a través del medio de comunicación por excelencia a nivel mundial.

Locutores empíricos, con formación, especializados, pero sobre todo con vocación conforman el mercado de la radiodifusión panameña, quienes más allá de trabajar por un salario, desempeñan esta noble labor con la gran satisfacción de recibir el cariño, el respeto y la admiración por parte de su audiencia.

Así lo confirmó a El Siglo la locutora de la emisora Lo Nuestro, Celibeth Pimentel, mejor conocida como ‘La Zambita’, quien, tras 16 años en la radio, asegura que la mayor satisfacción que tiene esta profesión es el cariño de las personas.

“Cuando me llegan mensajes de la audiencia diciendo: me has hecho el día; he pasado toda la mañana riendo con toda tu locura. Cuando voy a un pueblito y me dicen lo bien que hago mi trabajo, eso me hace feliz”, contó ‘La Zambita’, quien además de dirigir junto a Wiro Santana el programa ‘Tradiciones de Lo Nuestro’ se dedica a la locución comercial, un trabajo extra que la ayuda a sostenerse económicamente.

“Ser locutor en Panamá es un trabajo mal pagado, pues no es un trabajo que desempeñas por ocho horas, pero uno se ayuda grabando cuñas publicitarias, las redes sociales también ayudan un poco, además de las comisiones que se cobran por la publicidad radial”, manifestó Celibeth, quien manifestó que ser locutor es un don con el que se nace. “Dios tiene reservado para cada persona su talento”, indicó.

Con ella coincide el locutor Frank Tamayo, quien tras cumplir 25 años en la radio dirigiendo generalmente programas de música típica, asegura que el mejor pago que tiene esta profesión es el respaldo de los radioyentes.

“Yo he recibido llamadas de personas que me han dicho que se quieren quitar la vida y me llena de regocijo haberles hablado con optimismo sobre la vida y al final he logrado que esa persona desista de ese pensamiento”, contó Frank al recordar sus inicios como locutor cuando aún trabajaba como salonero y le tocó animar un evento.

“Ser locutor es un arte y un don de hablar y conectar con las personas”, señaló Frank, quien para llevar el sustento a su hogar además de trabajar en la radio, se desempeña como maestro de ceremonia, animador de eventos y locutor publicitario. Frank también opina que no se puede vivir solo con el salario que recibe como locutor de radio.

Pero pese a la poca paga que hay él, al igual que ‘La Zambita’ celebran hoy el Día del Trabajador, orgullosos de ser esa voz que lleva alegría y entretenimiento a cientos de panameños a nivel nacional.