Sergio George: el hombre que revolucionó la salsa

Cedida
  • 24/03/2025 00:00

El ganador de múltiples premios Latin Grammy enseña a vender música con pasión y creatividad

Cuando Sergio George (Manhattan, 1961) entra al salón donde será la entrevista, todos nos ponemos de pie porque llegó “El maestro”. “No, yo no me considero un maestro”, dice. Al parecer, no está consciente de lo que ha logrado: ha recibido 18 Latin Grammy y 3 Grammy anglosajones a lo largo de su carrera.

En 2014 fue reconocido como Productor del Año en los Latin Grammy. Antes de su llegada, entre periodistas y camarógrafos comentábamos cómo cambió la música tropical al mezclar sonidos clásicos y contemporáneos. Hay un antes y un después de Sergio en la música salsa. Fue el responsable de modernizar la salsa en los años 90 con un sonido más fresco e influencias del pop y R&B. Fue clave en la internacionalización de Marc Anthony, produciendo sus primeros éxitos de salsa.

Trabajó en el lanzamiento de Prince Royce; produjo su álbum debut, que impulsó la bachata en el mercado anglosajón. Produjo álbumes para artistas como Thalía, Maluma, Jennifer López y Leslie Grace. Actualmente, dirige Sergio George Presents, un proyecto para descubrir y potenciar nuevos talentos en la música latina. Durante su visita a Panamá dio una master class de producción musical: la forma que consiguió para no llevarse el conocimiento a la tumba.

¿Cómo fue su infancia?

Es una pregunta bonita. Mi infancia fue bonita, aunque también difícil, como suele ser para muchos latinos, especialmente en Estados Unidos. Mis padres eran puertorriqueños, y aunque Puerto Rico es un territorio estadounidense, cuando llegaron a Nueva York la vida no fue fácil. Nací y crecí allí junto con mis hermanas. Fue una infancia difícil, pero al mismo tiempo, bonita.

¿Cómo supo que quería dedicarse a la música?

Empecé tarde en el piano, como a los 15 o 16 años, pero en la música en general comencé alrededor de los nueve años en la escuela, tocando trompeta y clarinete. Mis padres no eran músicos, así que no sabía si tenía talento o no. Pero más o menos a esa edad empecé a interesarme seriamente.

¿Qué escuchaba en ese entonces?

Escuchaba música americana, especialmente la de los años 60. En Nueva York predominaba la música soul, lo que ahora llamamos R&B. Era música de James Brown, Tina Turner, ese tipo de sonidos. Luego, ya en los 70, me metí en la salsa. Ahí fue cuando empecé a escuchar a Ray Barretto y toda esa onda, pero mi primer amor fue la música negra americana.

Se dice que hay un antes y un después de Sergio George en la salsa. Usted revolucionó el género. Cuéntenos, ¿qué fue lo que hizo que marcó la diferencia?

Yo creo que el antes fue antes de Sonámbulo con Tito Nieves. Pero después de esa canción, con ese teclado que sonaba más pop y luego entraba en salsa, me di cuenta de que estaba funcionando a nivel masivo. Me dio confianza para experimentar más y más. Luego vinieron Marc Anthony, La India... pero todo comenzó con ese teclado en Sonámbulo.

Muchas personas que aman la música buscan la fama y estar en el escenario. ¿Por qué usted prefirió quedarse en la parte creativa, detrás de cámaras?

Hay una tienda de ropa, que no voy a mencionar el nombre. Bueno, es Forever 21, ¿cierto? Bueno, yo tengo 21 años para siempre. Mi cara no vende, pero mi nombre sí. Así que nunca envejezco. Los cantantes sí se ponen viejos, pero yo no. Mi música va a tener 18 años siempre. Envejecen los cantantes, yo no.

Visita Panamá para ofrecer una maestría titulada ‘Teoría de la creatividad, así lo hace Sergio George’. Entonces, ¿cómo lo hace Sergio George?

Ahora me enfoco en el negocio de la música. Lo que en un principio hice por instinto, ahora lo hago con intención: cómo vender tu música y entender por qué la gente la compra. El cerebro humano funciona de manera similar en todas partes, ya sea en China, Japón, Panamá o Nueva York. Se trata de cómo funciona el cerebro del ser humano y cómo vender tu música para cada persona, se trata de conectar con la gente.

Algunos ‘tips’ para hacer música vendible.

Lo primero es desconectar tu ego. Es fundamental entender que el público tiene que comprender tu propuesta musical. Si no logras conectar, no importa lo genial que creas que es tu música. ¿Otro tip más?

Bueno, sí.

Ser honesto con uno mismo y tener pasión por lo que uno hace. Porque esto es una montaña rusa, esto es un camino largo. Es un maratón. Hay que mantener los pies sobre la tierra, fe en uno mismo y en fe en tu creador. Tienes un don especial para hacer lo que estás haciendo.