Paysita
- 04/11/2025 00:00
No siempre el silencio es señal de desinterés, mi reina. A veces los hombres también necesitan sus momentos de calma. Dale un respiro, pregúntale cómo se siente y demuéstrale cariño sin presionarlo. El amor también se alimenta con tranquilidad.
El problema no es discutir, ¡es no saber hacerlo! Las diferencias son normales, lo importante es cómo se resuelven. En lugar de gritar, respiren y escúchense. Si hay amor, hasta las discusiones enseñan.
¡Para nada, corazón! El amor no significa perder tu espacio. Cada quien necesita su tiempo para respirar, crecer y extrañar. El secreto está en encontrar un equilibrio entre el “yo” y el “nosotros”.
El truco está en los detalles. Un mensajito cariñoso, una cena improvisada o un paseo sin celular pueden encender más que cualquier plan costoso. El amor es como una plantita: si no se riega, se marchita.
El amor no se impone, se inspira. En vez de exigirle flores, muéstrale cómo te gusta el cariño. A veces el otro no es frío, solo demuestra de forma distinta. Enséñense mutuamente su lenguaje del amor.