Sexo sin emoción: los juguetes que devuelven el fuego
- 15/11/2025 00:00
En muchas parejas, la chispa puede bajar con el tiempo, y aunque nadie lo diga en voz alta, la intimidad empieza a sentirse repetitiva. Es en ese punto donde los juguetes sexuales pasan de ser un tema “tabú” a una herramienta real para rescatar la conexión.
Introducirlos no es una señal de crisis, sino de apertura y comunicación.
Uno de los momentos en que los juguetes se vuelven aliados es cuando la rutina invade la cama. Si las caricias son las mismas, los tiempos iguales y la emoción desapareció, un vibrador, anillos estimuladores o accesorios sencillos pueden devolver la curiosidad perdida.
No se trata de reemplazar a nadie, sino de añadir nuevas sensaciones.
También son recomendados cuando existe diferencia de deseo entre los dos. Si una parte de la pareja quiere más intimidad y la otra se siente cansada, estresada o desconectada, los juguetes ayudan a equilibrar ritmos. Permiten disfrutar sin exigir esfuerzos que a veces el cuerpo o la mente no pueden dar.
Otro escenario común es la falta de orgasmos, especialmente en mujeres que no logran alcanzarlo solo con penetración. Los juguetes se convierten entonces en un apoyo técnico y emocional, pues facilitan el placer y disminuyen la presión de rendimiento para ambos.
La clave para introducirlos sin incomodidad es hablarlo antes. Decir qué se quiere, qué no, qué da vergüenza y qué genera curiosidad. La conversación abierta evita malos entendidos y permite que el juguete entre como un complemento, no como un enemigo o sustituto.