El amor después de los 60

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  • 27/12/2026 00:00

Durante años nos han hecho creer que el amor es solo cosa de jóvenes, de miradas apresuradas y promesas eternas hechas sin pensar. Sin embargo, la vida se encarga de demostrar que el corazón no entiende de calendarios.

En muchos barrios de Panamá, en parques, ferias, iglesias y hasta en las filas del seguro, se repite una escena silenciosa pero poderosa: dos personas mayores cruzan miradas, sonríen con timidez y descubren que todavía pueden sentir mariposas en el pecho.

Son hombres y mujeres que ya vivieron matrimonios largos, criaron hijos, trabajaron duro y enfrentaron pérdidas que marcaron sus vidas. Algunos quedaron viudos, otros atravesaron separaciones difíciles, pero ninguno perdió la capacidad de volver a ilusionarse. Porque amar después de los 60 no es una locura: es un acto de valentía.

El amor en esta etapa no necesita promesas exageradas ni juramentos eternos. Es un amor sereno, construido con respeto, paciencia y una profunda necesidad de compañía. Se expresa en los detalles más simples: un café caliente por la mañana, una llamada para saber cómo amaneció el otro, una caminata lenta tomada de la mano o una conversación larga antes de dormir.

Muchos aseguran que este es el amor más verdadero, porque ya no se busca impresionar ni aparentar. A esa edad no se ama para llenar un vacío, sino para compartir la vida que queda, con honestidad y gratitud. No hay juegos ni máscaras, solo dos corazones que deciden acompañarse.

Y quizás por eso este amor vale tanto. Porque cuando se ama después de los 60, se ama sabiendo lo frágil que es la vida... y lo hermosa que puede ser cuando se vive acompañado.