De la ternura al deseo: cómo sobrevivir a la falta de intimidad

Intimidad
  • 03/10/2025 00:00

La llegada de un hijo es una de las experiencias más hermosas en la vida de una pareja, pero también una de las más desafiantes. Entre pañales, trasnochadas y responsabilidades, muchos jóvenes esposos se preguntan: ¿y qué pasó con nuestra intimidad?

El tiempo en pareja suele quedar en pausa, pero eso no significa que la pasión deba desaparecer. La clave está en reinventarse y buscar momentos para ser esposos, no solo papás.

Aquí algunos consejos creativos para no dejar que Cupido se quede arrinconado en la cuna.

Citas clandestinas en casa: ¿No hay babysitter? ¡No importa! Espera a que el bebé se duerma y conviertan la sala en un bar privado. Luces bajas, un par de copas de vino, música sensual y cero celulares. No hace falta gastar dinero, solo ganas de volver a mirarse como novios.

El poder de los “rapiditos”: aunque suene travieso, la falta de tiempo puede convertirse en un aliado. Esos encuentros improvisados en la ducha, en la cocina o incluso entre siestas del bebé, pueden devolver la adrenalina perdida. La intimidad no siempre tiene que ser maratónica para ser memorable.

Un pacto sexy de 10 minutos al día: diez minutos de masajes, besos o simplemente caricias sin interrupciones pueden marcar la diferencia. No se trata solo del sexo, sino de reconectar piel con piel. Esa chispa diaria fortalece la complicidad y mantiene encendida la llama.

Devolverle misterio a la rutina: un mensaje atrevido durante el día, juegos domésticos o aparecer con una prenda inesperada bajo la ropa común puede sorprender y provocar. Recordar que el deseo también se alimenta de pequeños juegos mentales.