Cuando la intimidad sexual está en cuarentena

La llegada de un bebé transforma la vida de los padres, pero especialmente la de la madre, tanto física como emocionalmente. Su cuerpo ha pasado por un torbellino hormonal, su descanso es escaso y su atención está completamente volcada a una criatura indefensa que depende de ella las 24 horas del día.

Ahora bien, tu necesidad de sentirte querido, deseado y visto también es legítima. Convertirse en padres no significa dejar de ser pareja, aunque a veces la balanza se incline bruscamente hacia la crianza. Desde el punto de vista físico, los médicos suelen recomendar esperar entre 6 y 8 semanas después del parto, dependiendo del tipo de parto y cómo fue la recuperación. Pero eso es solo lo mínimo. La verdadera clave está en el tiempo emocional, que es distinto para cada mujer. Algunas necesitan más meses para sentirse nuevamente conectadas con su cuerpo, cómodas con el deseo, y listas para la intimidad. Lo más importante en esta etapa es la comunicación sin presión. Te sugiero abrir una conversación honesta con tu pareja. No desde la queja, sino desde el amor: cuéntale cómo te sientes, exprésale que la extrañas, no solo en la cama, sino como compañera.