Sus parientes quedaron en ‘shock’, se presentó a su propio velorio

En el mundo están ocurriendo casos que dejan a más de uno en estado de ‘shock’. Un joven que había sido dado por muerto tras un accidente de tránsito irrumpió en su propio velatorio y desató el caos entre los presentes.

El hecho se sucitó el pasado jueves en Villa Carmela, Argentina, cuando la madre del joven, de 22 años, fue informada de que su hijo había muerto atropellado por un camión en la localidad de Alderetes.

Desesperada, acudió a la morgue judicial para reconocer el cuerpo, basándose únicamente en la ropa y algunas características físicas. Sin embargo, el procedimiento no incluyó pruebas de ADN ni las dactilares para confirmar la identidad del cadáver.

La morgue entregó el cadáver a la familia, que organizó el funeral para el día siguiente. Se reunieron con los vecinos para despedir al joven, pero lo que nadie esperaba fue el giro inesperado que daría esta historia entre el luto y el dolor.

Mientras el velatorio estaba en curso, el muchacho de 22 años, irrumpió en la casa en perfecto estado de salud, ajeno a la tragedia que su familia había vivido. Explicó que estuvo varios días en Alderetes, Municipio de Tucumán, consumiendo drogas, y que no tenía idea de lo sucedido ni de la confusión en la que se había visto involucrado.

Resulta que el cadáver que estaban velando era el de Enrique Acosta, de 28 años, quien había sido reportado como desaparecido días antes. El hermano, visiblemente indignado, comentó, “está todo mal desde el comienzo hasta el fin, esto no puede quedar así”.

En medio de la conmoción, la justicia comenzó a investigar lo sucedido, al detectarse irregularidades en el proceso de identificación del cadáver.