“Mi hijo no pidió morir”, aseguró la madre de Esteban.

Con profundo pesar, la comunidad se une en estos momentos de dolor para despedir a Esteban De León, un alma noble que fue hallada trágicamente la mañana del 5 de noviembre en circunstancias desgarradoras.

Su cuerpo fue encontrado envuelto en una bolsa plástica en el patio de una iglesia en el sector de Las Paredes, en el corregimiento de la 24 de Diciembre, un lugar que ahora se convierte en escenario de luto y dolor para todos aquellos que lo conocieron.

La parroquia El Espíritu Santo, en la 24 de Diciembre, se ha llenado de familiares y amigos que han llegado a rendir homenaje a un ser querido que iluminó sus vidas con risas y alegría.

Esteban, descrito por su madre y seres queridos como el alma alegre de la familia, dejó una huella imborrable en cada corazón que tocó. Su vida, repleta de ocurrencias y felicidad, se apagó de manera prematura, dejando un vacío que será difícil de llenar.

La angustia de su madre resuena en sus palabras: “Mi hijo no pidió morir”. En su dolor, clama justicia, mientras las autoridades siguen investigando las causas de su fallecimiento.

Las noticias de que no presentaba heridas de bala ni de arma blanca solo han intensificado la angustia y la incertidumbre entre quienes lo amaban.

El deseo de entender por qué su vida fue arrebatada es palpable en el aire.Mientras los restos de Esteban son despedidos con tonadas folclóricas que celebran la alegría que él representaba, un sospechoso era detenido en Arraiján, aunque promesa de justicia, no puede borrar la tristeza profunda que inunda los corazones de aquellos que ahora lo recuerdan con amor y añoranza.

La memoria de Esteban De León perdurará entre risas y lágrimas, en la luz que dejó atrás, y en el legado de amor que sigue vivo en la comunidad y en su familia.