Huyó para salvar su pellejo, pero le dieron plomo
- 24/12/2025 00:00
Crimen sacudió a transeúntes que caminaban por la avenida perú
El sol estaba pegando como un mazo, el calor tenía a la gente sofocada en el centro de la ciudad, pero a eso de las 2:00 de la tarde, la verdadera “calentura” no era por el clima. En toda la Avenida Perú, Calidonia, entre fondas y paradas de buses, la muerte se paseó sin pedir permiso.
Mientras la gente estaban en su corre-corre, unos comprando el estreno pa’ Navidad, otros bajándose su arroz con poroto y un par esperando el metrobús pa’ tira’ pa’ su casa, se formó el revulú.
Dos sujetos, que no andaban en buenos pasos, sacaron sus pistolas y le prendieron una persecución a un sujeto que no pudo escapar del destino.
La víctima trató de huir de sus verdugos para salvar su pellejo, pero los sicarios le soltaron una lluvia de plomo que lo dejó “frío” en el pavimento. Los curiosos, que nunca faltan, se quedaron de piedra viendo cómo el hombre quedaba tirado mientras la sangre corría por el pavimento.
“Ese hombre venía bajando soplado desde Calidonia y de la nada... ¡Pum, pum, pum! Se escucharon como tres detonaciones”, soltó un chismoso que se quedó mirando cómo los de Criminalística recogían los casquillos.
Un buhonero que estaba cerca del área confesó que el susto fue tan grande que no quiso ni ver.
“Yo solo escuché los estallidos y vi a la gente despavorida. Cuando me asomé, ya el sujeto, que creo que no era un santo, estaba en el piso rodeado de un charco de sangre”, comentó el hombre todavía en estado de shock.
Lo más triste es que la parada estaba hasta la guacha. Una doñita que se cubría del sol bajo un alero dio gracias al de arriba:
“Gracias a Dios que ninguna de esas balas locas le pegó a un inocente, porque por aquí camina mucho niño y gente trabajadora”.
La policía tiró la cinta amarilla y activó un operativo relámpago por toda la zona pa’ ver si daban con los gatilleros, pero esos tipos se hicieron humo entre los callejones.
La cosa está color de hormiga: en lo que va de diciembre, ya van 33 almas que se lleva la parca en Panamá.
El sol estaba pegando como un mazo, el calor tenía a la gente sofocada en el centro de la ciudad, pero a eso de las 2:00 de la tarde, la verdadera “calentura” no era por el clima. En toda la Avenida Perú, Calidonia, entre fondas y paradas de buses, la muerte se paseó sin pedir permiso.
Mientras la gente estaban en su corre-corre, unos comprando el estreno pa’ Navidad, otros bajándose su arroz con poroto y un par esperando el metrobús pa’ tira’ pa’ su casa, se formó el revulú.
Dos sujetos, que no andaban en buenos pasos, sacaron sus pistolas y le prendieron una persecución a un sujeto que no pudo escapar del destino.
Lo venían midiendo desde Calidonia
La víctima trató de huir de sus verdugos para salvar su pellejo, pero los sicarios le soltaron una lluvia de plomo que lo dejó “frío” en el pavimento.
Los curiosos, que nunca faltan, se quedaron de piedra viendo cómo el hombre quedaba tirado mientras la sangre corría por el pavimento.
“Ese hombre venía bajando soplado desde Calidonia y de la nada... ¡Pum, pum, pum! Se escucharon como tres detonaciones”, soltó un chismoso que se quedó mirando cómo los de Criminalística recogían los casquillos.
Un buhonero que estaba cerca del área confesó que el susto fue tan grande que no quiso ni ver.
“Yo solo escuché los estallidos y vi a la gente despavorida. Cuando me asomé, ya el sujeto, que creo que no era un santo, estaba en el piso rodeado de un charco de sangre”, comentó el hombre todavía en estado de shock.
Se salvaron los inocentes
Lo más triste es que la parada estaba hasta la guacha. Una doñita que se cubría del sol bajo un alero dio gracias al de arriba:
“Gracias a Dios que ninguna de esas balas locas le pegó a un inocente, porque por aquí camina mucho niño y gente trabajadora”.
La policía tiró la cinta amarilla y activó un operativo relámpago por toda la zona pa’ ver si daban con los gatilleros, pero esos tipos se hicieron humo entre los callejones.
La cosa está color de hormiga: en diciembre, ya van 33 almas que se lleva la parca en en medio de la criminalidad en Panamá