De vecinos amables a víctimas de un hecho atroz

Hallazgo
  • 12/10/2025 00:00

El hallazgo estremeció a la comunidad turística de Quepos. Una pareja de alemanes, Peter Müller, de 61 años, y Anna Schneider, de 59, fue encontrada sin vida, enterrada dentro del terreno donde residían desde hace meses. Ambos habían sido reportados como desaparecidos apenas un día antes. La policía judicial confirmó que fueron asesinados y ocultados bajo tierra en su propio jardín, un crimen que ha encendido las alarmas entre los residentes y extranjeros que viven en la costa pacífica de Costa Rica.

Peter y Anna habían llegado al país hace más de un año, según confirmaron los medios de comunicación del país vecino. Eran conocidos en el vecindario por su carácter tranquilo y su gusto por la jardinería. Alquilaban una casa en la zona de Manuel Antonio, muy cerca del parque nacional que atrae a miles de turistas cada año. Los vecinos aseguran que nunca se les vio involucrados en conflictos. Por eso, su repentina desaparición levantó sospechas.

El 3 de octubre, un amigo costarricense denunció ante la Fuerza Pública que no lograba comunicarse con ellos. Al día siguiente, los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llegaron a la propiedad para realizar una inspección. Fue entonces cuando un perro rastreador marcó una zona recién removida de tierra. Al excavar, encontraron los cuerpos envueltos en bolsas plásticas.

El empleado de confianza

Según reportó un medio local, el principal sospechoso es un joven nicaragüense que trabajaba como ayudante de mantenimiento en la residencia. Testimonios indican que el hombre había sido visto utilizando el vehículo de las víctimas poco después de su desaparición. Cuando fue detenido, presentaba inconsistencias en su versión y rastros de sangre en su ropa.

Las autoridades costarricenses aún no confirman el móvil del crimen, pero una de las líneas de investigación apunta a un robo con violencia. En la casa se hallaron señales de lucha y objetos personales revueltos, lo que sugiere que los atacaron dentro de su propio hogar.

El OIJ indicó que los cuerpos mostraban golpes contundentes en la cabeza y que el asesinato ocurrió al menos 24 horas antes del hallazgo.

Impacto al turismo

Quepos, un paraíso de playa y selva en la costa pacífica, se ha convertido en hogar de cientos de extranjeros, muchos retirados o dedicados al turismo. Sin embargo, este crimen ha despertado el miedo entre los residentes foráneos. “Aquí todos nos conocemos. Esto no había pasado nunca”, dijo a otro medio tico una empresaria local alemana radicada en la zona.

“La sensación de seguridad se rompió. Nadie entiende cómo algo tan brutal pudo pasar en una comunidad tan pequeña.”

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Antecedentes en ese país

Este no es el primer caso que conmociona al país. En los últimos años, Costa Rica ha registrado varios crímenes violentos contra visitantes o residentes extranjeros. En 2018, el asesinato de la turista venezolana-estadounidense Carla Stefaniak en San José causó indignación internacional. En 2023, un ciudadano canadiense fue hallado sin vida en Guanacaste, presuntamente tras un asalto.

Aunque Costa Rica sigue siendo uno de los países más seguros de Centroamérica, el incremento de delitos violentos ha encendido alertas. Según el Ministerio de Seguridad Pública, en 2024 el país registró más de 900 homicidios, la cifra más alta en su historia reciente.

Muchas preguntas

El caso de la pareja alemana sigue bajo investigación. El sospechoso permanece detenido mientras la fiscalía recopila pruebas forenses. Los cuerpos fueron trasladados a San José para autopsia, y la embajada de Alemania en Costa Rica colabora con las autoridades locales para la repatriación.

Fuentes de Teletica aseguran que el sospechoso había trabajado varios meses con la pareja y gozaba de su confianza. Sin embargo, recientemente se le había pedido desalojar la vivienda por un supuesto mal comportamiento, lo que pudo haber detonado el crimen.

El OIJ no descarta la participación de otras personas. En la escena se encontraron huellas de al menos dos individuos distintos. Los investigadores revisan cámaras de seguridad y movimientos bancarios para establecer una línea temporal precisa de los hechos.