Estranguló a su madre y se suicidó cortándose el cuello, ¿cuál era su obsesión?

Vivían con todas las comodidades en una vivienda vaulada en más de 2.7 millones de dólares, allí encontraron los dos cuerpos. Sus vecinos no han podido dormir por la tragedia. Redes/ Erik Soelberg
  • 30/08/2025 14:00

La golpeó en la cabeza, luego se causó heridas en el cuello

Se le había metido en la cabeza que su exnovia y su madre lo estaban vigilando, compartía estas sospechas a menudo en un reconocido chat de inteligencia artificial y meses después ocurrió la desgracia. Prestigiosos medios en Estados Unidos, como New York Post y el Wall Street Journal, ha seguido de cerca las incidencias de esta historia que tuvo un terrible final.

Hablamos de Stein-Erik Soelberg, un exejecutivo de 56 años, quien era un próspero empresario, pero su vida se vino abajo a partir de su separación con su pareja en 2018.Trabajó para prestigiosas empresas, antes que sus problemas en el hogar empeoraran. Vivía con su mamá, Suzanne Eberson Adams.

El empresario desarrolló una obsesión con la inteligencia artificial, a la que apodó “Bobby” y alimentó la idea de que su madre, de 82 años, conspiraba contra su vida. Compartían una residencia de 2.7 millones de dólares, donde el pasado 5 de agosto la policía de Greenwich, Estados Unidos, descubrió la escena del asesinato y suicidio.

Stein-Erik Soelberg, que había acumulado un historial de aislamiento social, altercados en la vía pública y dificultades en el seno de la famlia, se provocó heridas en el cuello y pechos con un arma puntocortante. Su madre, según el reporte de los forenses, falleció por un traumatismo en la cabeza y estrangulamiento.

Este caso ha reavivado el debate sobre el papel y la responsabilidad de la inteligencia artificial en el ámbito de la salud mental. Expertos en tecnología y ética han advertido sobre los peligros de que la IA refuerce prejuicios o delirios en personas vulnerables.

La noticia ha conmocionado a los vecinos de Greenwich, quienes describen a Soelberg como un hombre que mantenía una vida privada, pero que no mostraba signos de violencia. Amigos y conocidos de la familia Adam-Soelberg expresaron su incredulidad y dolor por la pérdida.

Tim Kelly, quien es teniente del Departamento de Policía de Greenwich, donde ocurrió este terrible hecho de sangre, le señaló al prestigioso medio New York Post que la investigación policial sigue en curso.