Panamá
Un vistazo a los retos que enfrentan estos sitios de historia y cultura, desde uno de los museos más novedosos de Panamá
¿Qué requisitos hay que cumplir para abrir un museo en Panamá? ¿Qué tipo de respaldo da el Estado para los museos privados? ¿Cómo pueden ser estos sitios más accesibles e inclusivos? Estas y otras preguntas las vivió en carne propia Amanda Destro, fundadora del Museo de botones Destro, el primero de su tipo no solo en Panamá, sino también en Centroamérica y Sudamérica.
A partir de una lata llena de botones de la abuela, Amanda junto a su madre iniciaron una colección que hoy supera los 8,000 botones. No solo son mostrados como objetos muy interesantes para apreciar, sino además complementados con un trabajo minucioso de investigación, que hace realmente ameno el recorrido (gratuito) por sus dos pisos de exhibición.
Pero el proceso de establecer el primer museo de botones en Panamá estuvo lleno de incertidumbre y falta de información.
Estas falencias motivaron a Amanda Destro, por ejemplo, a crear una data sobre la cantidad de museos en Panamá. Una labor de organización y apoyo a este sector cultural que hoy continúa, como presidenta de la Red de Museos y Centros de Visitantes de Panamá.
Actualmente la Red de Museos apoya y trabaja junto al Ministerio de Cultura en varias facetas. Una de ellas es la reglamentación de la Ley de Museos. “La idea es que Panamá tenga una definición de museo, porque todavía no la tenemos. Quisiéramos establecer las pautas que se deben tener para que un sitio sea llamado museo”, explica.
Amanda también revela una de las preguntas más frecuentes del público cuando visita el Museo de botones Destro es esta: ¿Cuánto reciben como aporte del Estado los museos privados?
“Y la respuesta es: cero. Los museos no recibimos aportes del Estado. Existen museos gubernamentales y existen museos privados con fundaciones y patronatos. Pero los privados no reciben fondos del Estado”, detalla.
Esto plantea un desafío de funcionamiento y gastos de operación, que en el caso del Museo de botones Destro, se suple (en parte) con las donaciones voluntarias que dejan los visitantes.
“En realidad seguimos abiertos como un aporte a la cultura. Las donaciones permiten pagar algo del mantenimiento de los aires o de la electricidad... pero mayormente es un aporte de la familia”, confiesa.
El Museo de botones Destro también ha dado un paso adelante para convertirse en un sitio inclusivo, adaptándose para atender a personas con discapacidad, concretamente a colectivos de personas con discapacidad visual o auditiva.
Para esto han trabajado de la mano de organizaciones como Panamá Accesible, creando catálogos espaciales, por ejemplo, para personas invidentes (incluso para personas videntes, pero que hacen un recorrido solidarios con los ojos cerrados). La idea es palpar botones y aprender la rica historia que hay detrás de estas pequeñas piezas de vestir, a menudo olvidadas o subestimadas.
“No queremos que nadie se quede atrás, y que todos, sin importar su condición, puedan venir y disfrutar de los muesos en Panamá”, expresa Amanda Destro.
La también presidenta de la Red de Museos y Centros de Visitantes en Panamá se muestra satisfecha con los avances que se han dado en el tema museístico en Panamá, y en especial por todas las actividades que se hicieron en mayo, el Mes de los museos.
Amanda invita al público no solo a seguir frecuentando los museos ya conocidos, sino a visitar otras propuestas innovadoras e interesantes. Recomienda el Museo del a Mola, la Casa Museo de Ciudad del Saber, o un museo “que ha crecido con las uñas y el apoyo comunitario”, como el Museo de la Memoria Histórica, en Río Hato.
Más información del Museo de botones Destro en sus redes sociales:
Facebook: Museo de botones Destro
Instagram: museobotones
Twitter: museobotones
Youtube: https://goo.gl/G7tcbu