Panamá
Turistas recorren el Fuerte San Lorenzo, en Colón.
El expediente con la primera etapa fue entregado en febrero pasado a la Unesco.
La propuesta de la Ruta Colonial Transístmica como Patrimonio Mundial de la Unesco se enriquecerá, integrará y pondrá en valor el patrimonio vivo y la identidad de las poblaciones autóctonas y afropanameñas de su alrededor.
Para hacer y poder presentar una candidatura a patrimonio mundial es importante la consulta ciudadana, y esa consulta ‘justamente' es entre los pobladores que viven alrededor de las áreas monumentales y también ambientales, dijo a EFE Emma Gómez, coordinadora general de Patrimonio Cultural Inmaterial del Ministerio de Cultura de Panamá (MiCultura).
‘En la consulta se va a integrar a ese patrimonio vivo que está alrededor, ese patrimonio tiene que estar involucrado y estuvo involucrado en el proceso. Desde un principio se va a tomar en cuenta a las poblaciones'.
Son, en ese sentido, según explica Gómez, diferentes tipos de población que están dentro del entorno. Algunos son muy cercanos pues viven dentro de la comunidad, como es el caso de la de Portobelo (Caribe) con los congos y su cultura, los devotos del cristo negro que con todas sus prácticas forman parte del patrimonio inmaterial declarado por Unesco, como el Corpus Christi en la misma zona de Portobelo y parte de la provincia Colón, norte de Panamá.
Esas son las comunidades ‘que viven en el entorno y que se van a beneficiar muchísimo con esta ruta colonial como parte del patrimonio mundial, al menos en esta estructura que tiene ahora de Ruta Colonial Transístmica'.
‘Un patrimonio no puede estar aislado (...) tiene que ser un sitio donde se le enseñe a la niñez y a los representantes del patrimonio cómo vivir alrededor de ese monumento, cómo apoyar', y es a través ‘de las políticas públicas en las que participen las comunidades, que reciban capacitación, fondos, becas, para que ellos sean los custodios en todas estas zonas, ayudar a integrar a las comunidades'.